El próximo miércoles 12, el mundo hispanoamericano recordará el 524º aniversario de lo que, erróneamente, se ha dado en llamar “Descubrimiento de América”. Y los sentimientos de esa conmemoración serán muy diversos por las distintas valoraciones del hecho.
Por Saulo Díaz / Frente Amplio / Partido Socialista
Pero hay otro aniversario que los tacuaremboenses recordaremos ese día y que, sin dudas, festejaremos todos; la inauguración, hace 63 años, del querido Centro de Barrio “Uruguay”, único en su género en aquel momento.
Pionero y emblema de la descentralización en Tacuarembó, ese concepto que consideramos puntal y cerno de la Democracia que pretende empoderar a los vecinos organizados, trasfiriendo poder a la sociedad civil, sin lo cual la descentralización es solamente una desconcentración con poco efecto en el proceso de profundización democrática que venimos transitando estos últimos años y debemos continuar.
Pero es imposible recordar los Centros de Barrio sin mencionar sus dos principales creadores: el intendente de la época, agrimensor Raúl Goyenola y su director de Obras, arquitecto Walter Domingo.
Y nos parece importante compartir con ustedes algunos párrafos del discurso de inauguración que pronunciara Goyenola:
“Señoras y señores. Vecinos de Tacuarembó. Ciudadanos de todos los partidos: Inauguramos hoy el primer Centro de Barrio de que estará dotado Tacuarembó”.
(…) “anotamos el hecho de que hemos sido punta en esta especie de obras, en el deseo y la esperanza de que ellas se reproduzcan por todos los ámbitos de la República, como expresión de progreso, de civilidad y de auténtica democracia. Que todo ello sin lugar a dudas representa, en su limitada materialidad, este Centro del Barrio Ferrocarril que el intendente, como representante del pueblo, entrega a la vigilancia y custodia de la nunca desmentida cultura y de la siempre viva e indeclinable honradez y decencia de los vecinos de Tacuarembó”.
(…) “Aquí, en este Centro, hemos querido concretar un modesto perfil de superación cívica e intelectual, haciendo un lugar preferente para la divulgación de la cultura. Porque deseamos que cada hombre, cada mujer, cada ciudadano pueda llegar a realizar su propio enfoque de los problemas nacionales, pueda evitar ser uno más que desempeña el papel inferiorizante de comparsa, pueda pensar sin ataduras, pueda votar según sus propios intereses y sus íntimas convicciones sin más compromisos que los que le impone su conciencia y sin más guía que la que le dicte su fuerte, espontánea, libérrima y soberana voluntad”.
¡Simplemente brillante!