En la pasada temporada no jugaron los trece equipos locales el torneo juvenil sub 15, habiendo sucedido lo mismo en la divisional sub 17, quedando demostrado que ya no hay tantos jugadores como antes.
Es verdad que en la Liga de Baby Fútbol compiten trece instituciones, pero en todas las categorías de menor edad deben jugar con nueve chicos, teniendo problemas más de un club para completar el banco de suplentes.
Muchas instituciones terminan de armar sus planteles con niños que son ascendidos de una divisional inferior, y el problema se agrava, cuando las generaciones llegan a 13 años, el momento en que los jugadores pasan a actuar en escenarios de once futbolistas, y es allí que más de un equipo deja de participar, ya que no logra completar su plantel, estando por confirmarse esta situación en el presente año con Policial y Fiat Lux.
También es una realidad que luego algunos chicos se van a Montevideo, pasando otros a actuar en las formativas de Tacuarembó, pero en el siglo pasado había más jugadores.
Una clara muestra de esta situación es que en la Liga Senior hay cerca de veintiséis equipos, quedando demostrado que para los futboleros que tienen más de cuarenta años, la pelota sigue siendo el juego más atractivo.
En los terrenos baldíos que hay en nuestra ciudad ya no se observan partidos con amplia cantidad de competidores, pues los jóvenes están dedicados a las redes sociales, y los PlayStation.
Actualmente son muy pocas las personas que visualizamos jugando en la cancha de Funcionarios y en la zona de Las Tosqui-tas, sucediendo lo mismo frente al colegio San Javier o en el campito de Catalogne y Wilson Ferreira.
Naturalmente que esta situación parece no cambiar en un corto tiempo, llevando a que los pocos dirigentes que tiene nuestro fútbol, sigan afrontando problemas para armar los equipos.