Igual que en la piel el paso de los años se traduce en arrugas y flacidez, porque disminuye la renovación celular, en el cuero cabelludo disminuye la circulación sanguínea. Esto hace que las vitaminas y oligoelementos necesarios para el cabello lleguen en menor cantidad. Como resultado, el cabello se vuelve más fino y quebradizo.
¿Por qué se produce el envecimiento capilar?
– Trastornos hormonales. Con la llegada de la menopausia, el pelo también sufre muchos cambios: caída, debilitamiento, etc.
– El estilo de vida también influye. La alimentación, el estrés, la rutina de cuidados que le das a tu pelo también influyen en su envejecimiento. La alimentación es fundamental para el cabello, porque le aporta las vitaminas que necesita para crecer fuerte. Por otra parte, está demostrado que el estrés envejece, tanto la piel, como el cabello. Y, finalmente, es importante cuidar tu cabello con productos adaptados a su propia naturaleza. Además, hay que evitar someterlo a tratamientos muy agresivos que deterioran la fibra capilar como las decoloraciones o el abuso de las herramientas de calor sin protección.
– Factores externos. Tanto el sol como la contaminación también son factores que pueden influir en el envejecimiento capilar. Los rayos solares resecan el cabello y lo vuelven más frágil. La contaminación también puede sensibilizar el cuero cabelludo y provocar irritaciones.
¿CÓMO EVITAR EL ENVEJECIMIENTO CAPILAR?
– Es aconsejable elegir una rutina capilar adecuada a la naturaleza del propio cabello, teniendo en cuenta también como está el cuero cabelludo. Si se ha observado debilidad, pérdida de densidad y volumen, es recomendable utilizar, al menos una vez a la semana, un champú o algún producto que fortalezca el cabello.
– La rutina de cuidados capilares debe incluir, además del champú, productos que hidraten como las mascarillas, que se deben usar al menos dos veces a la semana. Las cremas de peinado facilitan el peinado, evitando así su rotura.
– Cepillar a diario el cabello ayuda a estimular la circulación sanguínea y eliminar los cabellos muertos.
– Aplicar un protector térmico antes de utilizar el secador o las planchas es fundamental, para evitar los daños que ocasionan las herramientas de calor.
– Realizar un masaje capilar una vez a la semana, antes de lavarlo, estimula la microcirculación y ayuda a potenciar los tratamientos posteriores.
– También son de utilidad los complementos alimenticios, que son siempre un complemento a la dieta, que debe ser rica y variada con abundancia de frutas, verduras, legumbres, cereales, etc. Estos alimentos proporcionan las vitaminas y oligoelementos que el cabello necesita para seguir creciendo fuerte y sano. Y los suplementos complementan la dieta, y se pueden tomar en momentos puntuales.