Prepara unas mascarillas faciales caseras (y muy económicas) con estos ingredientes de tu cocina que mejorarán tu piel.
Aplicarse una buena mascarilla al menos una vez a la semana es una forma eficaz de cuidar la piel y poner fin a problemas específicos: tirantez, deshidratación o sequedad, exceso de grasa o sebo, tono apagado y sin luz, arruguitas y líneas de expresión marcadas, puntos negros marcados, granitos e imperfecciones, rojeces, flacidez…
En el amplio mundo de la cosmética podemos encontrar muchas mascarillas faciales para todos los gustos y para todas las necesidades que cada tipo de piel pueda tener en distintos momentos. Pero… ¿sabías que también puedes hacer tus propias mascarillas en casa, con ingredientes comunes de tu cocina? Sí, sí, como lo oyes… ¡Y son igual de efectivas! Y recuerda, aplícate las mascarillas siempre sobre el rostro limpio y seco, después de haber eliminado cualquier posible resto de suciedad y maquillaje.
Miel, huevo y limón
La miel es un alimento rico en vitaminas y aminoácidos, que ayuda a iluminar y calmar la piel. Prepara una mascarilla batiendo una clara de huevo, una cucharada de miel y media cucharada de zumo de limón.
Aguacate y miel
Una mascarilla para hidratar la piel y reforzar su barrera natural: prepárala triturando medio aguacate con medio plátano y mezclándolo con una cucharadita de miel.
Huevo y melocotón
Una mascarilla refirmante que puedes preparar batiendo una clara de huevo y con unos trozos de melocotón.
Cacao y aceite
El cacao es un excelente antioxidante. Funde dos onzas de chocolate negro, o mezcla una cucharada de cacao con una cucharadita de algún aceite vegetal.
Huevo, aceite y limón
Prepara una mascarilla nutritiva mezclando batiendo una clara de huevo hasta que tenga una textura de mousse con una cucharada de zumo de medio limón y otra de aceite de oliva.
Pepino y yogur
Una mascarilla para un plus de hidratación: prepárala triturando un pepino y mezclándolo con yogur.
Avena y yogur
La avena es ideal para calmar y suavizar la piel. Prepárala mezclando unos copos de avena hidratos de agua y machacados con una cucharada de yogur.
Limón y aceite
Una mascarilla ideal para exfoliar la piel y eliminar los puntos negros, gracias al poder del limón. Mezcla una cucharada de su zumo con otra de aceite.
Manzanilla y cilantro
Una mascarilla calmante que puedes preparar con una infusión de manzanilla y un puñadito de cilantro.
Zanahoria y limón
Una mascarilla hidratante para revitalizar la piel. Prepárala triturando una zanahoria con un poco de zumo de limón y una cuchara de yogur.