por Milton Santana
Resumen: El «Acta de levantamiento de los cadáveres» del accidente de Medellín, difiere de las copias remitidas en julio de 1935, éstas son adulteradas. La edad y nacionalidad del cantor fueron eliminadas del expediente. En el juicio sucesorio, para suplantar la identidad del Gardel oriental, se adulteran los certificados de defunción, tanto el eclesiástico como el civil. Surge un testamento de dudosa autenticidad; el «escándalo de la carne» genera violencia y asesinatos. Para desviar la atención del público, el diario «Crítica», publicó una serie de notas relacionadas con el cantor; se acelera el culto a Gardel. Se demora ex profeso la vuelta de sus restos. La trama sigue en pie y el Gardel francés se instala mediante historias que son insostenibles.
LA IMPORTANCIA DEL DOCUMENTO:
Las notas precedentes que hemos publicado desde el 11 de septiembre, hasta el viernes pasado 2 de octubre, fueron realizadas con el fin de explicar el
proceso fraudulento efectuado tal como reseñamos en el resumen del presente artículo.
En vida de Carlos Gardel, si bien el mismo artista se encargó de mantener un misterio latente sobre su origen, ese misterio viene a cuenta sobre ese
origen mismo y las complejas relaciones familiares, paternas y el abandono que sufrió desde su nacimiento. Quien manifiesta públicamente en su sano juicio:
«Mi padre quizá es mi abuelo, mi madre puede ser hija de mi padre o cuñada de él, y por tanto mi tía también. A su vez soy fruto de una relación
adúltera» Si a lo anterior le sumamos todo el complejo proceso de gestación, embarazo, nacimiento, desarraigo, desmadre y abandono lo más sensato es ocultar. Existen más elementos a sumar a esta terrible carga. A pesar de ello, en forma paralela en la intimidad nuestro artista siempre soñó con un reconocimiento paterno y familiar. Mantuvo contacto con algunos de sus medio hermanos y hermanos totales (recordemos que Carlos Escayola finalmente se casó con María Lelia Oliva, teniendo varios hijos).
Si bien existen versiones que el niño fue bautizado por un párroco itinerante con asiento en la Iglesia de San Gregorio de Polanco, también hay versiones
que las páginas donde podría estar asentado el bautismo fueron pegadas. Hemos visto el Libro de Campaña en la Catedral de Tacuarembó que precisamente y convenientemente están anotados todos los bautismos secuencialmente, sin embargo, aparece un registro en junio de 1887 y el siguiente es de junio
de 1888. Falta la anotación de un año entero.
Según la versión más firme a Berta Gardes le entregan al niño para que lo lleva con ella a Montevideo, en esta ciudad lo intenta colocar en el Consejo del Niño
– hoy INAU – no obteniendo su objetivo, dejándolo entonces al cuidado de su amiga francesa Anais Beaux, o su prima la «negra» Escayola.
El niño crece, concurre a una escuela de la calle durazno en Montevideo, y luego es trasladado a Buenos Aires. Crece entre la escuela que abandona, la
calle y los amigos de la misma. Uno de sus prontuarios lo sindica como estafador a través del cuento del tío, también en otras circunstancias habría terminado
preso en la cárcel de Ushuaia.
Más tarde consigue un documento con datos falsos que le permite ir esquivando diferentes situaciones. La realidad es que, en 1920 ya siendo muy conocido en el ámbito artístico, habiendo grabado discos a partir de 1917, visualizando un futuro prometedor y ya habiendo viajado a Brasil en 1915 era sumamente necesario regularizar su situación documentaria. Recordemos que en esa época viajar entre Montevideo y Buenos Aires o a países vecinos era sumamente sencillo y con mínimos controles migratorios o ninguno. Pero una carrera en ascenso, reconocida y ya empezando a contar con el éxito permanente la urgencia de la documentación era impostergable.
Carlos Gardel se presentó ante el Consulado Uruguayo de Buenos Aires, para solicitar su Registro de Nacionalidad, al amparo de las leyes
consulares de 1906 y del decreto reglamentario de 1917.
Su inscripción quedó asentada en el Libro de Registro de Nacionalidad Uruguaya del Consulado de la República Oriental del Uruguay en la Argentina, página 902, No 10.052: El Esc. Fredy González, (Fundación Julio Sosa), y el Dr. Carlos Arezo (Fundación Carlos Gardel), defienden jurídicamente y demuestran la autenticidad del documento en cuestión:
1. Gardel declara ante periodistas o ante autoridades públicas o privadas que ejercen una función pública (Notarios, Escribanos o autoridades Consulares), SOBRE SU NACIONALIDAD.
2. Luego de su muerte, los que hablan por él y exhiben documentos privados, argumentan excusas ante los documentos públicos, a los cuales nunca
negaron ni atacaron legalmente.
3. Documentos públicos: Revestidos de un carácter oficial, han sido redactados o están dados por funcionarios competentes, según las formas requeridas y dentro del límite de sus atribuciones. Todo instrumento público es un título auténtico y como tal hace plena fe…
4. El hacer plena fe quiere decir que son de credibilidad obligatoria. Sin perjuicio de ello, todos los que consideren que un documento es falso, lo
deberán impugnar y probar, la falsedad puede ser material, es decir que quien expidió el documento no era hábil para ello, o falsificación ideológica, o sea
que lo que dice el documento no es cierto.
5. El Documento expedido por el Cónsul de Uruguay en la ciudad de Buenos Aires, el día 8 de octubre de 1920, en cumplimiento por lo dispuesto de que si algún uruguayo está radicado en el exterior y carece de documento, puede presentarse con dos testigos ante el Consulado uruguayo de la ciudad más próxima a su domicilio, y declarar los hechos que quiere sean regularizados por las autoridades de su país.
6. Son muy diversas las actividades consulares, tanto que cumplen parcialmente funciones notariales (autorizar poderes). Cumpliendo también funciones
de Registro del Estado Civil, cuando algún uruguayo está indocumentado en el exterior, y no tiene inscripción alguna en su país.
7. Esta declaratoria efectuada con todos los requisitos legales ante su Cónsul, es la auto inscripción de un oriental en una Oficina competente de su
país en el exterior.
8. El consulado expide un certificado que tiene validez por un año, lo que caduca es el certificado, no la inscripción, ésta es permanente.
9. Expedido por autoridad competente según las formas requeridas por la ley y dentro de los límites de sus atribuciones, por ello es un documento válido, eficaz y de credibilidad obligatoria.
10. El contenido del documento, fue expresado libremente por el declarante y corroborado por los testigos señores José Razzano su compañero de
dúo y Juan Laguisquet, es decir lo que declaró quien dijo llamarse Carlos Gardel (nadie lo dijo por él), haber nacido en Tacuarembó – República Oriental del Uruguay el 11 de diciembre de 1887, además ser hijo de Carlos y María ambos fallecidos.
11. Este documento nunca fue controvertido ni discutido en vida de su titular, por lo que desde este aspecto es válido, eficaz y de credibilidad obligatoria.
12.En este caso el documento no solamente es material e ideológicamente verdadero, sino que es el documento de prueba SUPLETORIO de la inscripción que debió hacer alguna persona mayor en el Registro del Estado Civil en el Libro de Nacimientos, cuando nace un ser humano.
13.Este es el documento de identidad que suple a la partida de nacimiento.
14. Si será válido y eficaz ese documento que a partir de él surgen TODOS los documentos del artista.
CARLOS GARDEL ES JURÍDICAMENTE URUGUAYO
La investigadora argentina Martina Iñiguez acuñó una frase que tomamos y pretendemos masificar. «Respetemos el derecho a la identidad de Carlos Gardel»
Finalmente: El documento citado es el elemento probatorio de un uruguayo que regulariza su situación jurídica. En vida de Gardel no se dudaba de la nacionalidad del artista. Luego de su muerte y el inicio y mantenimiento de la trama fraudulenta del Gardel francés, el REGISTRO DE NACIONALIDAD, supletorio de la partida de nacimiento, adquiere relevancia, siendo la herramienta jurídica definitiva. Sin el fraude conmemoraríamos los 100 años del primer documento de Gardel.
Con el fraude aún vigente CONMEMORAMOS LOS 100 AÑOS DEL DOCUMENTO QUE DEMUESTRA QUE CARLOS GARDEL ES ORIENTAL, NACIDO EN TACUAREMBÓ.