Estos son algunos consejos de Claudia y Camila Torres (*), coaches en cambio de hábitos y hoy nos hablan sobre el impacto del consumo excesivo de azúcar en la alimentación.
1. Reduce los endulzantes en tus bebidas:
Muchos acostumbran a tomar su café, té, aromáticas y demás bebidas con algún tipo de endulzante. Muchos usan azúcar, miel o cualquier endulzante «natural»; sin embargo, por más natural que sea, estos representan un impacto en la segregación de insulina en tu cuerpo. Intenta cada día usar un poco menos de ese endulzante que utilizas, hasta que su consumo sea casi mínimo o nulo.
Te aconsejamos sin embargo no sustituirlos por los edulcorantes químicos (aspartame, acesulfamo K, cicla-mato, sacarina, sucralosa, etc.).
2. Sustituye las bebidas azucaradas y los carbohidratos refinados industrializados:
Si eres de aquéllos que toman gaseosas o bebidas industrializadas empacadas en cajas, latas o botellas, y te encantan las galletas, pastelitos y todo tipo de repostería, siempre pon mucha atención a las etiquetas nutricionales, por lo general estos alimentos contienen alto contenido de azúcar en una sola porción.
Intenta sustituir las bebidas por agua natural, aguas saborizadas naturalmente con frutas, hierbas y especias, o buscar en el mercado nuevas alternativas como las que son endulzadas con estevia. Los carbohidratos simples y refinados (galletas, pasteles, hojaldres, arroz blanco, etc.) elimínalos, cámbiate a los integrales como avena, quinoa, arroz y trigo integral, preferiblemente que sean productos hechos en casa.
3. Siempre que tengas un antojo de dulce sustitúyelo:
Cuando sientas unas ganas incontrolables de comer algo dulce intenta respirar profundo, toma un gran vaso de agua, realiza alguna actividad que te distraiga por al menos 4 minutos (camina, juega un sudoku, llama a tu mejor amigo/a, etc.); si definitivamente no puedes quitarte ese deseo, come una fruta (una porción), o busca algún alimento con grasas buenas y proteínas como las nueces y semillas, estas ayudan a que te sientas satisfecho por más tiempo comparado con otros alimentos.
4. Intenta comer menos fuera de casa:
Comer en casa es la mejor manera de mantener controlado lo que nos llevamos a la boca. Cuando preparamos nuestros alimentos podemos decidir qué agregar y en qué cantidad. Por lo general, los alimentos preparados fuera de casa tienen un alto contenido de azúcar y otros elementos que deberíamos minimizar en nuestra dieta.
5. Aprende a leer etiquetas:
Muchos alimentos empacados contienen alto contenido de azúcar escondido. Hay azucares añadidos, pero también hay los que vienen naturalmente.
(*)Revista Fucsia