Pensamos que en frigorífico la comida se conservará durante más tiempo, pero muchas veces cometemos errores al hacerlo. Descubre qué alimentos
se estropean antes o pierden su sabor y textura con el frío de la heladera
PANES
Si se guardan en la heladera pierden propiedades: se apelmazan, se secan en poco tiempo y pierden el sabor. Además, absorben sabores y olores del interior de la heladera. Si queremos conservar el pan durante más tiempo, lo mejor es cortarlo en rebanadas, congelarlo e ir sacándolo a medida que se necesite.
JAMÓN Y EMBUTIDOS EN PIEZA
Los embutidos que se venden de una pieza como el salame, salamín, el salchichón … no necesitan conservarse en frío. Es más, en la heladera perderán
su aroma y sabor. Y una vez abiertos, tampoco es necesario meterlos en la heladera porque están curados. Eso sí, ponlos en un lugar seco y fresco: la
temperatura ideal es entre los 17ºC y los 23ºC. En el caso de que se estén poniendo duros o haga mucho calor, puedes conservarlos más tiempo en la heladera aunque perderán sabor. Y si te han sobrado algunas lonchas, guárdalas también en la heladera, pero cubiertas con papel film para que no se oxiden. Recuerda
sacarlas un buen rato antes de consumirlas para que recuperen un poco su sabor.
QUESOS CURADOS
A diferencia del queso fresco o tierno que sí necesita heladera, el queso curado pierde su sabor intenso si se conserva en la heladera. Lo ideal es tenerlo
a temperatura ambiente en una quesera. Solo si hace mucho calor y ves que suda y se seca, puedes meterlo en la parte alta de la heladera, la menos fría,
y cerrado para que no tome humedad.
BANANAS
Meter las bananas en la heladera es la forma más rápida de que se pongan negras y se acaben pudriendo ya que las bajas temperaturas frenan su proceso de
maduración. Lo ideal es mantenerlos a temperatura ambiente y con luz para que vayan madurando poco a poco.
TOMATES, PEPINOS Y BERENJENAS
Estas verduras son muy sensibles a las bajas temperaturas. Por debajo de los 10ºC, puede dañarse tanto su textura como su sabor, por lo que a temperatura ambiente es como conservarán mejor sus propiedades. En el caso de los tomates, ponerlos en la heladera detiene su proceso de maduración así que, aunque se conserven durante más tiempo, perderán su jugosidad, su sabor, y se volverán blandos y harinosos.
Los pepinos tienen una piel bastante gruesa, por lo que aguantan bien las altas temperaturas. Si los metes en la heladera, que sea solo para refrescarlos
antes de comerlos porque si los dejas allí, el frío de la heladera haría que se ablanden y se estropeen muy rápido. En cuanto a las berenjenas, si están en
el frigo durante unos días, la pulpa y las semillas tomarán un color marrón y se echarán a perder. Mejor guárdalas en un lugar fresco y oscuro, alejado de
la luz solar directa.
PAPAS
Si pones las papas en la heladera, se alterará su sabor y su textura. Además, pueden absorber la humedad y pudrirse rápidamente. Deben conservarse a temperatura ambiente, en un lugar ventilado, seco y oscuro, lejos de fuentes de calor y sin lavarlas. Y que no se toquen con las cebollas pues estas desprenden una sustancia que hace que las papas se echen a perder antes de tiempo.
AJOS Y CEBOLLAS
Ambos deben almacenarse a temperatura ambiente, en un lugar fresco, seco y con ventilación. En la heladera, los ajos se apelmazan y les brotan tallos.
Y en el caso de las cebollas, se reblandecen y la humedad del frigo favorece que les salga moho. Solo se recomienda guardar el ajo o la cebolla en la heladera
si los hemos picado, y se debe hacer en un recipiente cerrado herméticamente para que no desprendan olores.
MIEL
La miel puede conservarse sin problemas fuera del frigorífico durante años, siempre que el tarro esté bien cerrado. En cambio, el frío hace que se endurezca y cristalice y que se modifique su sabor.
CÍTRICOS
La naranja, el limón, la mandarina, el pomelo, la lima… son frutos que gracias a sus ácidos cítricos y a su piel gruesa aguantan bien a temperatura ambiente. En la heladera es más fácil que se echen a perder antes, debido a la humedad. Guárdalos en un lugar ventilado y fresco para que conserven sus propiedades y sabor, y solo en épocas de mucho calor, mételos en la heladera si vas a tardar muchos días en comerlos.