Beber más agua, aumentar el consumo de proteínas y fibra, priorizar los lácteos enteros frente a su versión desnatada… Te damos unas sencillas pautas para acabar con el hambre entre horas.
¿Quieres mejorar tu alimentación para ganar en salud y perder peso? Pequeños gestos pueden marcar la diferencia.
Priorizar los alimentos ricos en proteína, los alimentos integrales en lugar de su versión refinada, beber mucha agua… Toma nota de estas 7 pautas para evitar la sensación de hambre entre horas:
Los lácteos, mejor enteros que desnatados. Si sueles priorizar las versiones desnatadas de tus lácteos favoritos, aquí van algunos buenos motivos para dejar de hacerlo: los lácteos enteros son muy ricos en calcio y otros minerales liposolubles. Además, contienen grasas saludables, que son muy beneficiosas para la salud y nos brindan mayor sensación de saciedad.
Bebe abundante agua. A veces, la sed se confunde con el hambre. Los científicos creen que 500 ml de agua pueden ‘estirar’ el estómago y enviar señales de saciedad al cerebro.
Evita distracciones mientras comes. Comer con conciencia plena se basa en ingerir los alimentos en silencio, sin conversación y, por supuesto, sin mirar el móvil ni ninguna otra pantalla para poder centrarte en la textura y el sabor de los alimentos.
Fruta entera. Toma fruta entera en lugar de zumos. No, beber un zumo no es lo mismo que comerse la fruta entera. De hecho, lo primero es mucho peor. Si nos tomamos un zumo, toda la matriz del alimento y el azúcar naturalmente presente en la fruta se absorbe muy rápido, produciendo picos de azúcar en sangre (y, por tanto, provocando que nos entre hambre mucho antes). Por el contrario, la fruta entera conserva su matriz original y se digiere más lento, prolongando la sensación de saciedad durante más tiempo.
Consume grasas saludables. Las grasas saludables (aguacate, salmón, frutos secos, aceite de oliva, etc) tienen un perfil nutricional muy interesante, además de contribuir a la ralentización del vaciado gástrico, por lo que nos ayudan a sentirnos saciadas durante más tiempo.
Toma más proteínas. El consumo de alimentos ricos en proteínas reduce los niveles de la hormona del hambre y nos ayuda a ingerir menos cantidad la próxima vez que comamos. Huevos, salmón, atún… ¡que no falten en tu dieta!
Opta por las versiones integrales de los alimentos. Estos alimentos tienen mayor cantidad de fibra y, por tanto, se absorben de manera más lenta por el organismo. Esto provoca que nos sintamos saciadas durante más tiempo. Además, aportan un mayor contenido en minerales como el magnesio y vitaminas del grupo B y E que su versión refinada.