Mantener hábitos saludables, establecer rutinas, remarcar fechas señaladas y mantenerse activo, tanto física como mentalmente, son algunas de las claves
que permiten cuidar nuestra salud mental. En situaciones extraordinarias en las que parece que todo se derrumba a nuestro alrededor es muy importante prevenirnos y cuidar al máximo nuestra psique para poder gestionar las emociones y los pensamientos de manera que no nos hagan daño y evitar, así, caer en un estado de depresión, ansiedad, agobio u otros problemas.
Es fundamental observar las señales que nos manda nuestra mente, las cuales se expresan a través de nuestro estado: irritabilidad, cambios de humor,
cansancio extremo, desasosiego, hastío… Todos ellos son indicadores de que algo en nuestra mente no está funcionando adecuadamente.
Aquí te damos algunos consejos : Mantén la mente activa Una de las principales claves para preservar una buena salud mental es mantener el cerebro activo. Observar, memorizar, aprender, atender, escuchar, deducir, analizar, crear, inventar… Todas estas acciones permiten estimular tus pensamientos y ejercitar tu cerebro, de modo que puedes distraer los pensamientos negativos que te atormentan a la vez que te ayudará a reciclarte, mejorar tus conocimientos o habilidades y mantener una mente sana y despierta.
Busca estímulos positivos Cuidar nuestra salud mental también significa mantener unas rutinas que nos ayuden a enfrentar nuestro día a día de forma decidida, con ganas y con buena actitud. Para ello, es muy importante buscar estímulos positivos, ya sea a través de actividades, tareas, lugares o hechos. La idea es despertar todos tus sentidos y ofrecerle a tu mente contenido positivo que anime a tu psique a seguir adelante y generar emociones positivas para lograr ese impulso.
Aprende a gestionar tus emociones La angustia, la incertidumbre o las preocupaciones pueden hacer mucha mella en tu salud mental. Por ello, es importante gestionar tus emociones, compartir las preocupaciones y gestionar también tus sentimientos de una manera sana. Exteriorizar lo que necesites para gestionar mejor tus emociones y sentimientos te ayudará a sentirte más ligero, por lo que es bueno que compartas todo ello con familia o amistades.
Asimismo, es necesario e importante cuidar las relaciones personales y alejarse de las relaciones tóxicas. Un buen núcleo social y familiar te aportará sensación de bienestar y felicidad.
Marca objetivos y proyectos Márcate objetivos, metas y nuevos proyectos, ya sea a corto o largo plazo.
Los propósitos vitales nos permiten alegar la vida y nos ayudan a mantener unos hábitos más saludables para poder alcanzarlos. Los objetivos o proyectos invitan a buscar la motivación, a esforzarse y a disfrutar de cada logro.
Haz ejercicio físico La práctica de ejercicio físico no solo permite mantener tu cuerpo en forma, sino también tu mente. Incorporar estas actividades de forma regular y moderada, mínimo 3 veces por semana, permite oxigenar el cerebro mejor, desestresar la mente de preocupaciones y estimular la producción de endorfinas y serotoninas, neurotransmisores del cerebro que ayudan a lograr una sensación de bienestar. El deporte permite mitigar emociones y sentimientos negativos, como el estrés, la ansiedad o la ira, que son muy perjudiciales para la salud mental.
Sigue una alimentación saludable Una dieta sana, variada y equilibrada no solo mejora tu salud física sino también cuida tu mente. Por ejemplo, los
alimentos con triptófano, como las espinacas, las almendras, las frutas, la avena o el pescado azul, entre otros, mejoran tu estado de ánimo. Por su parte, el
chocolate negro y el aguacate reducen tus niveles de estrés. Las hortalizas, los alimentos con calcio, el salmón y el atún ayudan a mejorar tu memoria y concentración. Así, para mantener tu mente saludable tienes que cuidar tu alimentación.
Otros hábitos buenos para cuidar nuestra salud mental Estos son algunos de los hábitos saludables que también nos permiten cuidar nuestra salud mental:
Tener un descanso adecuado.
Dormir entre 7 y 8 horas diarias. No consumir alcohol u otras sustancias estupefacientes. Ejercicios como la respiración controlada para relajarse, la meditación, las visualizaciones creativas u otras prácticas te permiten reducir los niveles de tensión, estrés, ansiedad y nerviosismo acumulado durante la jornada. Por ello,
es recomendable añadir unos minutos de relajación a tus rutinas diarias