Quitar las manchas de huevo no es fácil, sobre todo si ya están secas. Te damos unos sencillos trucos.
Cristina de las Heras | Revista Mia
De las prendas de algodón
Conviene dejar la prenda en remojo, en agua jabonosa, una media hora y, después, frotar con un cepillo de uñas y lavar normalmente. Si al secarse vemos que quedan restos, entonces habrá que ponerla de nuevo en remojo con agua fría y un poco de agua oxigenada de 20 volúmenes (dos cucharadas por medio litro).
Siempre debe limpiarse con agua fría, porque el agua cliente ayuda a fijarla aún más.
Del cuero
Hay que ablandar las manchas para no tener que rascar el cuero. Tradicionalmente, se ha usado un aceite especial, extraído de las pezuñas de la vaca y que se puede adquirir en droguerías. Si no lo encontramos, bastará con extender con los dedos un poco de jalea de petróleo o, más sencillo aún, vaselina. Se retiran los restos de huevo con un trapo y se pasa un trapo absorbente.
De las prendas de lana y seda
No conviene frotar la mancha ni ablandarla con productos grasientos. En este caso, lo mejor es poner la prenda a remojo con agua amonia-cada en una proporción aproximada de una cucharada por litro. Si quedan restos, se frotan con un algodón empapado en alcohol rebajado con agua.
De las prendas de color delicadas
Se frota la mancha con una algodón o la punta de un trapo empapada en alcohol de 90º. Después, se lava la prenda normalmente con agua fría y jabón especial para prendas delicadas (se puede dejar en remojo unos minutos siempre que no sea lana).
De la madera
Se frota la mancha con un trapo empapado en vinagre puro frío. Después, se limpia toda la superficie con agua fría y vinagre, se deja secar y se saca brillo con un trapo.
Madera policromada. Las manchas de huevo de la madera dorada de los marcos, de algunas bandejas o de bajoplatos, se limpian fácilmente frotando con clara a punto de nieve a la que habremos añadido una gota de lejía o de alcohol. Una vez limpio, se frota con un trapo hasta sacarle todo el brillo.
De los suelos de plástico
Pueden limpiarse frotando la mancha con vinagre para quitar restos secos más grandes. Después, se extiende clara de huevo batida a punto de nieve con un trapo y se deja secar una media hora. Finalmente, se aclara con agua fría y se frota enérgicamente con un trapo para sacarle brillo.
De la plata
En todos los metales, pero especialmente en la plata, conviene quitar la mancha cuanto antes, con agua y jabón, porque deja una marca negruzca muy difícil de quitar. Si ya se ya formado la mancha, lo mejor es frotar con medio limón o hacer un puré de patata espeso con agua y cubrir la pieza con él a modo de emplaste. En los dos casos, pasados unos minutos, se aclara bien con agua templada y se saca brillo con un trapo de algodón seco o con un papel de cocina absorbente.