Congreso de El Congreso Nacional de Intendentes declaró insatisfactoria la propuesta presupuestal que recibió ayer de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y resolvió exigirle al gobierno nacional una nueva oferta.
De no haber acuerdo la semana que viene, el asunto se dirimirá en el Parlamento.
Las intendencias, sin distinción de partidos, entienden, según El Observador, que lo que les ofreció el Poder Ejecutivo “reduce la participación
de los gobiernos departamentales en el presupuesto”. Curiosamente, quien presentó la oferta en nombre del gobierno nacional fue el nacionalista José
Luis Falero, subdirector de la OPP, que presidió el Congreso de Intendentes cuando era jefe comunal de San José. “Está muy por debajo
de lo que pretendíamos”, dijo anoche el secretario general de la Intendencia de Canelones, Gabriel Camacho, citado por el mismo medio, tras reunirse con Falero junto a otros delegados del Congreso para hacer las devoluciones a la propuesta. El representante de los intendentes dijo que algunos de los puntos implican una “reducción violenta”; en particular hay dos que los jefes comunales rechazan de plano.
Uno es el que reduce la torta presupuestal sobre la que se calcula el porcentaje destinado a los gobiernos departamentales, que se traduce en unos 400 millones de pesos menos.
El otro es la base mínima, que siempre se ha calculado en función de lo recaudado el año anterior y por eso las intendencias exigen que ascienda a
15.600 millones de pesos.
Sin embargo, la OPP ofrece “utilizar la base de 2015” que, “aunque sea ajustada por inflación”, dijo Camacho, “es desconocer los aumentos que hubo año a año en el quinquenio”.