Frente Amplio – Edil Mario Segovia.
Voy a recordar hoy, como la oposición en su conjunto con la incondicional ayuda de los medios masivos de comunicación, festejaban con bombos y platillos la llegada de Macri al poder en Argentina, canalizando así su manifiesto desprecio al Peronismo.
Pero más que el cambio de figuras, lo que realmente festejaban era el cambio de modelo económico; por fin se dejaría de repartir para las inmensas mayorías para que nuevamente todo quede entre unos pocos.
Los desastres de la aplicación de estas políticas neoliberales, en Argentina y otros países de la región, hicieron acallar la algarabía inicial. Han pasado más de tres años de gestión macrista y no escuchamos a nadie de la derecha nacional decir una sola palabra en defensa de ese modelo. Y que nadie se confunda: no es que cometieron errores o que erraron el rumbo. No, eso es lo que vinieron hacer. Y es exactamente ese mismo plan el que pretenden ejecutar aquí, cualquiera de los partidos que pugnan por derrotar al Frente Amplio en octubre próximo.
Las consecuencias de estas políticas son absolutamente nefastas. Han destruido la industria nacional abriendo indiscriminadamente las importaciones; han hecho desaparecer las PYMES; han destruido cientos de miles de puestos de trabajo; han rebajado como nunca los salarios, jubilaciones y pensiones; han endeudado el país para los próximos 100 años, además de someterse a la tutela del Fondo Monetario Internacional; han incrementado de forma exponencial la pobreza y la indigencia; han logrado el milagro que un país capaz de producir alimentos para quinientos millones de personas no pueda hacerlo para cuarenta y cuatro; han hecho caer a niveles históricos el consumo de carne y leche; le han quitado las retenciones al campo y a la minería para devolverle el dinero que iba a los pobres, mientras dejaron a los viejos sin medicamentos y a los niños sin computadoras.
Los soberbios chicos del Colegio del Newmann se presentaron como el mejor equipo de los últimos 50 años, entonces resolver el problema de la inflación era algo menor; la pobreza sería cero; no se emitiría y tampoco tomarían deuda; no habría devaluación, tampoco despidos y por el contrario, se generarían cientos de miles de puestos de trabajo.
Bien, ese era el relato; hicieron todo lo contrario. Claro, si lo dicen antes, no ganaban la elección. Como si esto fuera poco, están demoliendo las Instituciones y la República; están vapuleando el Estado de Derecho; se han salido de la Constitución y la Ley, decidiendo el Poder Ejecutivo que debe hacer la Justicia.
De forma muy burda y fascista, persiguen opositores fabricando causas mediante una red de espionaje donde conviven los Poderes Ejecutivo y Judicial junto a periodistas obsecuentes, empleados de multimedios poderosos como Clarín, tan poderoso como para sacar y poner Presidentes.
Que nadie se haga el distraído; el modelo de Cambiemos es el mismo de la derecha uruguaya. Esto quieren hacer si alcanzan el gobierno. Gobernar requiere hacer opción, y en es en ese preciso momento donde aflora lo ideológico.
El neoliberalismo elige repartir entre unos pocos, lo que más tienen, concentrando la riqueza; el modelo de la izquierda, el del Frente Amplio persigue la felicidad de las inmensas mayorías por eso hace de la distribución de la riqueza su razón de gobernar.