Opinión
Partido Colorado – Nildo Fernández
Hoy los expertos en temas laborales debaten sobre un fenómeno particular en nuestro país; ¿Por qué los uruguayos tenemos una percepción negativa sobre el desempleo en nuestro país si los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) muestran un escenario positivo?
Un estudio de una consultora privada muestra que la percepción de los uruguayos hacia el mercado laboral es negativa pese a la mejora de los indicadores en la tasa de desempleo en los últimos años y concluye en que 7 de cada 10 uruguayos consideran que el empleo está mal o muy mal.
Del total de encuestados un 24% considera que la situación del empleo hoy es buena, un 2% cree que es muy buena, un 23% cree que está muy mal, un 47% mal y un 4% tuvo una opinión neutral. Por su parte el INE muestra que la tasa de desempleo en 2003 era del 17% mientras que en el 2018 es del 8%, por lo que la opinión sobre la situación del empleo en Uruguay debería ser evolucionar y no involucionar.
El punto aquí se divide cuando con nuestros ojos vemos la realidad, asistimos a un presente donde las empresas se desmoronan, no pueden manejar factores claves, nuestro país no brinda las certezas de las cuales el partido que hoy nos gobierna a nivel nacional pregonó. ¿Recuerdan esa palabra tan usada en campaña electoral? “certezas”. Hoy la realidad golpea duro a los uruguayos mostrando una faceta desconocida, donde lo que menos tiene el que quiere emprender, comenzar un proyecto, generar fuentes de trabajo es “certeza”. No es un invento la lista con decenas de empresas que cerraron sus puertas en los últimos años. Es una realidad que palpamos inclusive en nuestro departamento.
En los últimos días llega la triste novedad desde Minas de Corrales, con centenares de trabajadores al seguro de paro, eran más de 340 puestos de trabajo, de los cuales hoy se mantienen algunas decenas. Y mañana los vamos a estar acompañando a la hora 14.00. Y en ese sentido en los últimos años se han perdido miles de puestos de trabajo en el país, mientras el Estado no toma las medidas que corresponden y terminan inyectando millones de dólares a emprendimientos que no dieron frutos. Un claro ejemplo para refrescar la memoria ha sido la imagen del avión de la ex Pluna arriba de una chata rumbo a transformarse en un aula, cosas que nunca creímos ver. El Estado parece que duerme una siesta prolongada al no encontrar un camino, no decimos soluciones porque las soluciones mágicas no existe, pero un camino concreto que dé una señal clara de acción para encaminar este presente signado por la incertidumbre y la inseguridad.
No sabemos en qué punto terminamos, hablando del color de las túnicas, pero todos los días surgen temas secundarios que tratan de simular la realidad. Esperemos que estos embates no desestimulen a los miles que desean embarcarse en proyectos, emprender más allá de que el Estado lo cargue con impuestos.