«De diferentes formas esta situación es una herida que van calando el tejido social, van debilitándonos. Pueden aparecer muchas emociones, tristeza, horror, desesperación, incomprensión», es la reflexión de la psicóloga Gizela Soria en referencia a la trágica y violenta muerte del joven marino Escobar
Nuestra sociedad se ha visto impactada por las pérdidas que han ocurrido en estos días; de diferentes formas cada uno vive estas situaciones
que no tienen una explicación lógica. En el caso de Tacuarembó, con la familia y los amigos más allegados del joven Juan Manuel Escobar Agosta.
La muerte es irremediable, son los afectos, su entorno que deben procesar el duelo.
Sobre este tema dialogamos con la psicóloga Gizela Soria, integrante de Agrupación de psicólogos de Tacuarembó.
«De diferentes formas esta situación es una herida que van calando el tejido social, van debilitándonos. Pueden aparecer muchas emociones, tristeza, horror, desesperación, incomprensión.
Está bueno que como sociedad podemos empatizar y sentir esas emociones también en nosotros», comenzó diciendo.
Advirtió que «una muerte así muy repentina y violenta con esa carga de violencia, asesinatos, no es fácil de procesar. Tiene una carga muy fuerte para la familia,
para los allegados, sus amigos, para la sociedad».
¿Cómo transcurrir el duelo? Le consultamos a la psicóloga, y respondió que «depende muchísimo del vínculo. El Duelo es un proceso que se da luego de la muerte de un familiar, de un ser querido, las personas allegadas, que tienen un vínculo cercano, o un vínculo más lejano pero sí que hayan establecido un vínculo anteriormente. El proceso de duelo es muy importante. Hay muchísimas pérdidas, siempre estamos viviendo continuamente pérdidas, pero la pérdida de un ser querido es algo muy doloroso.
Nunca estamos preparados para la muerte de un hijo, la despedida a un hijo eso es algo inimaginable».
Explicó que «cuando empezamos a tener conciencia de la vida, empezamos a tener conciencia de la muerte también, y sabemos que en este proceso vital es más lógico que las personas adultas mueran antes que las personas más jóvenes».
En cuanto al proceso del duelo, en sí, Soria manifestó que «el proceso de duelo es doloroso; hay a veces que es un proceso demasiado largo, de meses, o puede durar toda la vida.».
Indicó además que este proceso tiene etapas, aunque aclaró que «no son rígidas» y que no todas las personas atraviesan por esas etapas.
«Son cinco etapas, cindo momentos durante el duelo: El primer momento desde la negación, es no poder aceptarlo, como una defensa, ‘no lo quiero ver, no lo quiero aceptar, no quiero creer’. Es una etapa que a veces es muy corta pero a veces puede ser más larga. Luego viene la etapa de mucho enojo, de rabia con
lo que sucedió, cuando caes en que realmente no va a volver más esa persona, que es irremediable la muerte , que esa persona no va más a estar más en tu vida».
A estas dos primeras etapas, continúa la psicóloga, sigue «la más fantasiosa, donde se pueden hacer ciertas ideas acerca de qué hubiera pasado si se hubiera actuado de otra manera», pero después viene la parte más aguda, que es de depresión, donde hay mucha tristeza, donde se siente un vacío muy grande. A veces es la etapa más larga, de mucho dolor, se siente el dolor, el vacío. Es importante poder transitarla», subraya. Finalmente se pasa a la etapa de aceptación,
«que se le llama la resolución del duelo. Es la etapa donde puedo aceptar que no va a estar más la persona, aceptar la muerte. Y lo más importante es poder integrar también este vínculo a mi vida y poder convivir con eso.»
Sostuvo además que es muy importante en esta situación,l «saber con qué recursos cuento yo como persona para poder afrontar este duelo; la frustración es muy importante. El duelo se trata de eso también, de rearmarme de vuelta a la vida. La persona tiene la sensación de romperse, puede sentir que se parte en
muchos pedazos. El dolor tal vez nunca se va, lo importantes es cómo rearmo la vida alrededor de ese dolor, y aprendiendo a vivir con eso», agregó.
«La sociedad está muy sensible ante esta situación, nos dejan huellas muy fuertes en nuestro tejido social y puede ir debilitando nuestra sociedad, no sabemos si seguirá siendo así. Yo creo que antes estas situaciones es importante hablar con la verdad y de esa forma podemos procesar todas estas situaciones
tan dolorosas», concluye la psicóloga Gizela Soria