Estimados lectores:
Ya sean catedráticos profesionales, maestros, estudiantes, científicos, colegas, señoras y señores en general, pueden tener la mayor confianza de que los artículos publicados en el Diario El Avisador conllevan la mayor seguridad ya que provienen de las más seguras fuentes que nuestra redacción se esfuerza en investigar.
Muchas provienen de Agencias de información a las que estamos suscriptos, otros son escritores y amigos que conocemos y de no ser así, investigamos su procedencia para asegurarnos que estamos difundiendo temas seguros y ciertos.
Pero especialmente cuando tocamos el tema de la salud, (y en estos últimos días lo hemos hecho hasta el aburrimiento) debemos ser más rigurosos que nunca, porque es mucho más grave la equivocación.
Tanto es así, que dado que no somos profesionales en medicina, tenemos que asegurarnos mucho más, porque una equivocación en este tema
puede derivar en daños personales aunque no fuera esa nuestra intención.
La crítica de los errores que podamos cometer, nosotros las agradecemos sinceramente, sean directa o públicamente, ya que nos hacen mejorar nuestro trabajo.
Si en alguna edición incurrimos en algunos «gazapos», y alguien se da cuenta y nos avisa o nos critica, estaremos muy agradecidos, porque también se nos puede escapar y allí queda escrito para que cualquiera lo vea, o varios y lo tomen como cierto.
Eso es lo que hace que editar un diario o semanario o cualquier publicación escrita, tiene mucho más responsabilidad, porque lo hablado se olvida o se lo lleva el viento, y lo que está escrito queda allí, para que lo lea el que quiera y cuantos quieran. Y es más barato, no sé por qué; tal vez porque a la gente no le gusta leer y hay mucha información en radio, televisión, etc.
(Gabriel García Márquez)