La vista es uno de los sentidos más delicados.Según el Consejo General de Colegios ÓpticosOptometristas (CGCOO) de España, el verano es la estación más proclive para sufrir daños oculares ya que el riesgo aumenta un 25%.
Recomendaciones como utilizar lentes de sol homologadas o evitar la excesiva exposición solar son fundamentales para proteger nuestros
ojos en los meses más calurosos
En los meses de verano nuestros ojos están más sensibles de lo habitual por la elevada cantidad de radiación ultra-violeta (UV). Por eso, es necesario prevenir lesiones oculares que puedan ser irreversibles en el futuro.
Según este Consejo de Colegios Opticos y Optometristas, en los meses estivales los riesgos para la salud visual aumentan hasta en un 25%.
La exposición prolongada al sol, los dañinos rayos UV o los problemas derivados de la propia sequedad de la estación, que provoca una mayor evaporación de la lágrima y sensación de ojo seco, son las principales cuestiones a las que prestar atención.
Otro factor a tener en cuenta es que solo en los últimos cien0 años ha aumentado en un 30% la esperanza de vida.
El efecto del sol en los ojos es acumulativo, es decir, tendremos que sufrir un 30% más de exposición solar, motivo por el que debemos protegernos
aún más la visión ocular.
Para evitar sufrir estos problemas, CGCOO ofrece una serie de consejos:
–Llevar lentes de sol de calidad y polarizadas. Los lentes deben llevar un filtro especial que bloquea la luz reflejada y permite la visión sin reflejos.
–Los lentes de sol deben bloquear como mínimo el 99% de la radiación ultravioleta A, B y los rayos infrarojos.
Evitar bañarse con los lentes de contacto puestas, ya que facilita la aparición de infecciomes.
–Usar monturas que cubran los laterales del ojo. Esto evita que pase la radiación solar.
–Tomar el sol con precaución y con los ojos cerrados. Se recomienda evitar las horas centrales del día donde la radiación solar es más fuerte.
–Hidratar los ojos con lágrimas artificiales. Evitará la excesiva sequedad producida por el calor
–Acudir al óptico-optometrista para que pueda prescribir la protección visual más adecuada a cada caso.
LENTES DE SOL, ¿POR QUÉ UTILIZARLOS?
Proteger tus ojos con lentes de sol es fundamental siempre y cuando cumplan con los controles sanitarios.
Los lentes de sol deben estar homologadas para proteger de los rayos UVA, responsables del envejecimiento celular, y de los rayos UVB, que tienen
relación con el cáncer de piel y las quemaduras.
Además, la utilización de lentes se vuelve imprescindible en aquellas personas que tengan los ojos claros, que hayan sido intervenidas de cataratas o que
padezcan algún trastorno ocular (como glaucoma o problemas de la mácula), ya que son más sensibles a la alta luminosidad.
Los niños son otro de los focos en los que debe centrarse la prevención de riesgos oculares. Deben usar lentes de sol homologadas, ya que el ojo de los
más pequeños es más vulnerable que el de los adultos.
Más allá de estas recomendaciones, el CGCOO aporta tres razones clave para la utilización de lentes de sol:
La protección UV. Este tipo de radiación puede causar fotoqueratitis (quemaduras muy dolorosas de la córnea), cataratas y crecimientos celulares, en su
mayoría benignos, en la superficie ocular.
Visión cómoda. El brillo del sol provoca que no veamos con claridad y nos obliga a entrecerrar los ojos. Este cierre parcial no impide en absoluto que las
radiaciones solares sigan penetrando en los ojos.
El cáncer de piel. Los tumores de los párpados y de la piel alrededor de los ojos son bastante comunes. Es recomendable utilizar asiduamente lentes de sol
al aire libre si se está trabajando, conduciendo, haciendo deporte, caminando o haciendo cualquier actividad bajo el sol.
La radiación solar afecta a nuestros ojos y a la piel incluso en los días nublados.
Noemí Rojín Guitián | EFE