Menor crecimiento, mayor inflación, caída de las exportaciones y un aumento del déficit fiscal, es el escenario que le espera a la economía uruguaya. Así lo vislumbran tres economistas invitados por BBVA en Uruguay para analizar el impacto de la actual coyuntura internacional en el mercado local, al igual que el anteproyecto de Ley de Urgente Consideración que el gobierno pondrá en consideración del parlamento en los próximos días.
En la reunión de trabajo los economistas Javier de Haedo, Gabriel Oddone y Pablo Rosselli analizaron el escenario internacional y sus efectos en el país.
Javier de Haedo señaló que la ley de urgente consideración es uno de los hitos que marcarán este 2020 y que va a permitir conocer por dónde va a transitar el país en los próximos cinco años.
También calificó de importantes la ley de presupuesto y los consejos de salarios, previstos para los próximos meses de agosto y junio, respectivamente.
El economista destacó cuatro temas de contexto: en lo global, se refirió al petróleo y al coronavirus como los “cisnes negros” por la sorpresa y alto impacto que provocaron en los últimos días y que tendrán consecuencias para el país. Desde su punto de vista, un aspecto positivo para Uruguay será el ajuste a la baja del precio del petróleo, así como un escenario de reducción de las tasas de interés. No obstante, advierte que se espera un año de escaso o incluso nulo crecimiento y el impacto que conlleva la baja en el precio de las materias primas y productos exportados por Uruguay.
Por su parte, Gabriel Oddone consideró que esta crisis traerá aparejado un doble ‘shock’; por un lado, un impacto en la demanda porque la gente deja de consumir, de viajar, de asistir a espectáculos y eso constituye rápidamente un descenso de la demanda agregada global en algunos sectores clave. Pero, al mismo tiempo, estima que el cierre de industrias o el bloqueo de zonas económicas provoca un ‘shock’ de oferta porque
se rompe la cadena de suministros, se deja de producir y eso termina generando, potencialmente, un problema de liquidez y de solvencia.
Para Pablo Rosselli, Uruguay va a estar peor después de esta coyuntura y en concordancia con sus colegas señaló como mitigantes la baja del petróleo y el contexto de bajas tasas de interés.
Agregó que el país tiene tres desequilibrios macroeconómicos muy importantes: “un déficit fiscal insostenible en el mediano plazo, la falta de competitividad y el nivel de salarios elevados en relación a la productividad”.
Preservar la actividad económica, dar una señal de que el déficit fiscal va a bajar y cuidar la competitividad son temas ineludibles en la agenda del gobierno, según Rosselli, quien considera que otro tema clave a tener
en cuenta, es poner en la agenda la desindexación de salarios.
El anteproyecto de la ley de urgente consideración: Existen muchas coincidencias entre los tres economistas en relación al análisis del anteproyecto de Ley de Urgente Consideración. La necesidad de reformas estructurales es, a juicio de los expertos, un tema crucial.
Para Rosselli la ley “está a mitad de camino”, mientras Oddone destaca que tiene como virtud que “pone en un solo documento algo así como el conjunto de expresiones de deseo que el gobierno quiere formular” y de
Haedo ve como muy positivo que “el tratamiento de la reforma previsional va a ser más rápido” ya que considera, como sus colegas, que éste es un tema clave.
Los tres economistas coincidieron en su desacuerdo en relación con los retrocesos que se han dado sobre Ley de Inclusión Financiera tanto en materia de la bancarización (relativo al pago de salarios) como del monto de las transacciones en efectivo, luego de los avances del gobierno anterior.
Los expertos destacaron también la relevancia que cobra, en el contexto actual y de cara al futuro, la llamada ‘gobernanza’ de las empresas públicas, al determinar quién fija la política, quién presta el servicio y quién
regula. “Tenemos un problema en las empresas públicas” señaló Rosselli y agregó que es imperativo para el gobierno transformarlas.
En conclusión, los economistas señalaron que el país tendrá por delante un crecimiento económico más bajo y una inflación que podría superar el 10%.
Agregaron que la prioridad debería ser la de evitar una recesión importante este año, por lo cual consideran que no se debería bajar la inversión pública en el 2020; tener muy bien delineado un programa fiscal de medio plazo, que incluya la reforma previsional; y aconsejaron no invertir reservas para evitar la suba del tipo de cambio, salvo en momentos muy puntuales.
(InfoNegocios)