La guerra de España le sorprende junto a su madre, doña Giovina, en Cuba, y allí se quedan a vivir. La mayor parte de su dinero y capital quedó
en la Península; de modo que pierden casi todo.
En 1937 parte sola desde La Habana a Nueva York, en el S.S. Pennsylvania. Al ingresar declara hablar dos idiomas, español y francés, y portar U$S 600 en travelers checks. Se hospeda en el Hotel St. Moritz. La idea es retomar los contactos del entorno de Gardel para reiniciar una nueva etapa. Se entrevista con
Terig Tucci, Julio Garzón y otras personas influyentes que le prometen hacer lo posible.
En febrero de 1938 viaja a Buenos Aires, donde se la publicita como proveniente de una «exitosa gira por Europa y Norte América» lo cual constituye una verdad a medias. Visita a sus viejos amigos del Teatro Maipo y organiza una revista con la dirección de Luis César Amadori. Recibe también el apoyo de Francisco Canaro y Tita Merello.
Presenta varias audiciones para Radio Cultura y otras emisoras. Terig Tucci, a cargo de la dirección musical de CBS, le consigue una
buena oportunidad: una participación en los conciertos de Macy’s. Las tiendas Macy’s, con el fin de fortalecer los vínculos entre Estados Unidos y Latinoamérica,
destinan la quinta planta de su centro comercial a representar distintos espectáculos musicales típicos de cada país; además los conciertos son retransmitidos por onda corta al resto del continente. El evento cuenta con el padrinazgo de la primera dama, Eleanor Roosevelt.
Los shows del Macy’s se desarrollan según el calendario previsto y la respuesta del público supera todas las expectativas. El 18 de enero The
New York Times publica que la Feria de América Latina fue visitada por 50.000 personas, casi el doble de lo esperado por los organizadores, de
modo que se plantean realizar nuevos espectáculos dentro de 8 días, y durante las subsiguientes tres semanas. La nota también destaca que se confirma la presencia de Perlita Greco, «la comediante y cantante argentina, estrella de la radio».
Perla realiza actuaciones en »El Morocco», el cabaret más célebre y exclusivo del mundo entero, frecuentado por Humphrey Bogart, June
Allyson, Groucho Marx, Cary Grant, Catherine Hepburn… Una de las características distintivas de dicho lugar eran los tapizados de cebras, cazadas en safaris al África por el argentino «Macoco» Alzaga Unzué, su carismático dueño.
Graba singles y publicidades en inglés y español que se radian en la NBC neoyorquina.
En 1949 viaja a Buenos Aires para presentar un espectáculo junto a Francisco Canaro y su orquesta, el comediante Andrés «Toscanito» Poggio,
Mecha Delgado, Lalo Malcom, Félix Mutarelli, Francisco Amor, Ubaldo Martínez y Gloria Ramírez. ¡Un éxito clamoroso! A fines de 1950 repiten
los shows en Buenos Aires, con el mismo elenco anterior, más la presencia del galán de cine Alberto Dalves.
En diciembre 1952 se presenta en Madrid y en Barcelona con la revista «¡Nada más que uno!», junto a Antonio Garisa, primer actor y director y
Manolita Ruiz, primera vedette.
En Estados Unidos contrae matrimonio con un rico joyero, dueño de la boutique «Lilli» en el Plaza Hotel, NYC. Estar en el Plaza Hotel, sito en
Central Park South y Fifth Avenue, significa tener una butaca en primera fila para presenciar la movida social a nivel mundial. Perlita vivió, o conoció de primera mano, miles de anécdotas relacionadas con los Kennedy, Marilyn Monroe, los Beatles, los Rolling Stone, Richard Burton, Elizabeth Taylor, y tantas otras celebridades que pasearon por allí buena parte de su existencia.
En marzo de 1969 fallece su querida y amorosa madre. Poco tiempo después enviuda y queda al frente de las empresas de su marido. Aun así, tiene tiempo suficiente para dedicarse a obras de caridad, en hospitales y asilos de ancianos y de niños. También para ir a ver espectáculos, sobre
todo españoles. Una de sus mayores alegrías en esos tiempos fue presenciar el triunfo de Raphael en el Show de Ed Sullivan, mano a mano con Tom Jones…
¡Cuántas preguntas quisiéramos hacerle hoy! ¡Cuántos secretos sobre la vida de Gardel podría revelarnos! Vivió intensamente, hasta el año 2001, así como Estrellita del Regil –otra novia española del Zorzal– vivió hasta el 2003, siendo una celebridad. Pero nunca nadie se interesó en recoger esos recuerdos.
Este artículo en una transcripción resumida de un informe publicado por el investigador argentino, residente en Madrid; Marcelo Martínez en su página web gardel.es; a quien agradecemos.
Próxima semana: Los amores de Gardel cuarta parte