No hubo movimientos del plantel esta semana, debido a que la directiva tomó la resolución de abrir la actividad después del 15 de marzo, a raíz de que el torneo de la divisional C comenzaría a fines del mes de mayo.
La comisión efectivizó dicha determinación, debido a que el club tendría recursos económicos pa-ra solventar hasta sesenta días de entrenamientos.
En primera instancia al entrenador rojo y blanco, Gastón Machado, no le cayó bien no poder comenzar a conocer el plantel en estos días, pero terminó entendiendo la situación de la institución.
Por otra parte el presidente del conjunto tacuaremboense, Fernando Cardozo, mantuvo una charla preliminar con Santiago Vargas, quien manifestó que no le disgusta la idea de volver a vestir la casaca norteña, siempre y cuando no le surja una mejor oferta del profesio-nalismo.
Otro de los jugadores que podría estar en carpeta es Jorge Malaquín, que es un zaguero tacuaremboense que defendió a Artigas en la pasada temporada de la divisional C.
Malaquín es funcionario del Ministerio del Interior, siendo de su agrado ser trasladado a Tacuarembó, ya que le interesaría volver a radicarse en nuestra ciudad.
De todas maneras las funciones laborales de Malaquín complicarían su arribo a la esquina de la Avenida Oliver y Coronel Escayola, pues el preparador físico de Tacuarembó, Roberto Texeira, pretende realizar una pre-temporada con entrenamientos en doble horario.
Las pretensiones de Te-xeira también han enfriado la llegada de Ricardo Lima, dado que el volante riverense priorizaría durante este año terminar su carrera de Educación Física.
Tanto Lima como An-derson Pérez actualmente están más cerca del Wanderers Juvenil que del equipo profesional, a raíz de sus actividades particulares en Rivera.
Igualmente la dirigencia del combinado tacuaremboense contrataría entre cinco y seis jugadores en Montevideo, debido a todas las bajas que sufrió el plantel principal.