La semana anterior publicamos la actividad de Carlos Gardel en la Radio. Diferentes emisoras en un mismo país o en países distintos. Finalizamos el artículo con la reporte de la única vez que el cantante se presentó en un radio montevideana.
Gardel canta en Radio Carve.
En 1933 actuó en Radio Carve, de Montevideo, con una repercusión extraordinaria, ganándose los elogios de la crítica y la prensa. “El Zorzal” estaba cumpliendo una de sus descollantes actuaciones en Montevideo. Sobre el escenario del Teatro “18 de Julio” se venía despidiendo de nuestro público, en vísperas de su viaje a Estados Unidos. Auténtico imán de multitudes, Gardel tenía en mayor grado que ningún otro astro, eso que en aquellos tiempos se denominaba “arrastre”, y ahora, por imposición de nuevos lenguajes periodísticos, se conoce por poder de convocatoria. No pudo extrañar a nadie, entonces, que anunciada su presencia en Carve con muy pocas horas de antelación, una muchedumbre que paralizó el tránsito en la principal Avenida frente al 1024, llegara hasta allí para testimoniarle al cantor todo el fervor que sus actuaciones despertaban.
Hubo, en cierto sector de la población, alguna incredulidad. ¿Gardel en radio? Nunca antes había accedido a cantar en un estudio montevideano… (Y, por cruel designio del destino, jamás volvería a hacerlo). Pero, sobre la media tarde, Carlos Gardel entró en la casa de Carve y poco después cantaría para unos pocos privilegiados que escucharon su voz “a medio metro”, y para un gentío que, agolpado en la calle, lo oyó por los altavoces colocados al efecto.
La tapa de la desaparecida revista Cine Radio Actualidad de octubre de 1969, recuerda el trascendente hecho.
Anteriormente en 1932, desde París exactamente el 18 de julio de 1932 se hizo otra trasmisión desde Radio Colonial de París, para festejar el aniversario de la Jura de la primera Constitución Nacional de Uruguay, su patria natal, en 1830. Fue retrasmitida por CX16 Radio Carve, de Montevideo, Uruguay.
Solo un artista nacido en Uruguay, realizaría una trasmisión en 1932 desde una radio en París retrasmitido en Montevideo, para festejar el aniversario de la Jura de la Constitución. Perfectamente podía haber elegido otra fecha patria, pero ¿justamente esta? La Constitución de un país es el marco que sustenta orgánicamente a un país, en este caso su país.
Gardel cantó en Boulevard Radio, en Salto, Uruguay.
Aprovechando la gira que el artista realizara por el litoral uruguayo, que a la postre serían sus últimas presentaciones en el río de la plata, los días 23 y 24 de octubre de 1933 Gardel estuvo en la ciudad de Salto.
Según relata Alberto J. Eguiluz en su «Crónicas de un Salto Desconocido»,
Carlos Gardel actuó en CW27 Boulevard Broadcasting el 24 de octubre de 1933. Luego que la radio fuese vendida a Luis Batlle Berres, quién puso como administrador a un señor Gestoso, abuelo del que fuera presentador de CNN en español, la radio modernizó su nombre y hoy se llama Tabaré y funciona en otro local, en calle Uruguay.
Pero cuando entonces, la radio estaba en la hoy avenida Batlle 2320, en una casa que subsiste, con una puerta al medio de dos ventanas con balcón francés, y en la de la izquierda funcionaba el estudio de radio y en la de la derecha, la vivienda del propietario.
Su hijo Carlos Alberto Popelka, que tomó la iniciativa de aportar la documentación correspondiente para demostrar lo innecesario, tenía entonces 5 años y para su desgracia no recuerda aquel momento histórico. Pero los cuentos familiares repetidos en oportunidades propicias, como sucede en toda vida familiar, eran que la avenida de dos carriles se llenó de gente hasta la vereda de enfrente, mientras Gardel trinaba en el estudio, y que a la noche fue a cantar al Cine y Teatro Ariel, que eran entonces de la gran empresa Gluksmann.
Y era una gran ocasión, por lo que el gerente del teatro, Penco pasó el precio de las entradas por el cielo.
Así que a la hora señalada la sala estaba medio llena, los tiempos no eran tan buenos, pero en cambio la puerta del teatro estaba atestada de público pobre pero entusiasta, se arremolinaban para ver y seguramente no empujaban al uso moderno, pero que igualmente estaban ansiosos. Y Gardel fue Gardel y dispuso que entraran todos gratis, y para mejor después le dedicó un tango «los que entraron de jeta», gracejo solo posible en su voz.
Lo que la historia no cuenta es cómo hizo para convencer al gerente de Glucksmann de que abriera de par en par las puertas de la sala, y cabe conjeturar que implicó algún tipo de renuncia económica de su parte del bordereaux. Era muy capaz de hacerlo.
Gardel venía de una gira (siempre exitosa, faltaba más) por el litoral argentino y se cruzó a Salto desde Concordia el 23 de octubre […]. Un lunes, Gardel se hospedó en el Gran Hotel Concordia junto con Guillermo Barbieri, Héctor Petorossi, Ángeles D. Rivero, Julio Vivas y Manuel Martinez, y firmó el libro de entrada con su letra grande, desinhibida, y hasta con dedicatoria: «Con gran simpatía” según quedó registrado.
Hasta el 25 a la tarde, en que partió – La boleta registra que el primer día tomó un vino Alegresa por 0,70, un Agua Salus, por 0,25 y cinco Whiskies por dos pesos y ochenta centésimos.
Del Libro de Visitantes del Gran Hotel Concordia, se reproduce la página con su dedicatoria y autógrafo «Con gran simpatía, Carlos Gardel, Salto, 24 – 10 – 1933».
Nótese también la firma de otra visitante a la emisora, en diciembre de este mismo año: la cantante argentina Libertad Lamarque, quien estampó un ¡Viva la vida!.
Considerando todas las actividades que realizó Gardel para el público; ya sea en teatros, clubes, emisoras de radio, filmes cortos o largometrajes su última actuación fue precisamente en una emisora radial.
Como si fuera una premonición, esa leyenda que “por última vez se escuchará a Gardel en Bogotá” se transformó en realidad. Nunca más se pudo apreciar el canto del Zorzal en vivo.
Fue en Bogotá, Colombia, en la emisora La Voz de la Víctor, el 23 de junio de 1935. Tal fue la convocatoria de Gardel que el estudio estaba repleto de público, y hubo que colocar altavoces en la plaza ubicada frente a la emisora, para que el público que no podía ya entrar, escuchara igualmente a Gardel.
Fue su última actuación, ya que la muerte lo esperaba en Medellín al día siguiente. En esa audición final el Morocho cantó: “Cuesta abajo”, “Insomnio”, “El Carretero”, “Melodía de Arrabal”, “No te Engañes Corazón” y “Tomo y Obligo”.
Las últimas palabras de Carlos Gardel a su público, precisamente ante de cantar su último tango que fue Tomo y obligo.
“Antes de cantar mi última canción, quiero decir que he sentido grandes emociones en Colombia. Gracias por tanta amabilidad. Encuentro en las sonrisas de los niños, las miradas de las mujeres y la bondad de los colombianos un cariñoso afecto para mí”.
“Me voy con la impresión de quedarme dentro del corazón de los bogotanos. No sé si volveré, porque el hombre propone y Dios dispone. Pero es tal el encanto de esta tierra que me recibió y me despide como si fuera su hijo propio, que no puedo decirles adiós, sino hasta siempre”.
Pocas horas después, se subiría a un avión para continuar la gira por la ciudad de Cali. Luego de hacer una escala en el aeropuerto de Medellín, debido a la impericia del piloto Samper, terminó la vida de Carlos Gardel.
Como reflexión quedan esa frase inserta del breve discurso del cantante a su público: “Me voy con la impresión de quedarme dentro del corazón de los bogotanos. No sé si volveré, porque el hombre propone y Dios dispone”. Fue una despedida que a la luz de los acontecimientos posteriores tomó un sentido premonitorio. Fuente: Tomado en parte de la publicación de La Galena del Sur ( junio 25, 2018) https://lagalenadelsur.com/2018/06/25/gardel-en-la-radio/
Milton Santana