El próximo 24 de junio se cumplirán 87 años de la desaparición física del cantor de música popular más completo del siglo XX. Nos pareció oportuno recrear los días finales que el artista estuvo en suelo colombiano.
LA GIRA DE GARDEL
El anuncio fue efectuado a principios de junio por parte de Henry Swartz, representante en Colombia de Universal Pictures, que a mediados de junio llegaría a Bogotá el famoso cantante Carlos Gardel. Aun su última película «Cuesta abajo» de 1934 se exhibía en la ciudad.
Gardel había comenzado 1935 filmando dos películas en los estudios de la Paramount en Long Island, “El día que me quieras” en el mes de enero y “Tango Bar” en febrero de 1935. En marzo se comunicó al público del continente americano la realización de una gira por América Latina, que incluiría a Colombia, entre otros países. El aviso radiofónico de la gira, grabado por el propio Gardel en los Estudios de la Casa Víctor en Nueva York, ya era conocido en Bogotá, donde había gran expectativa por su visita.
Gardel partió de Nueva York el 28 de marzo de 1935 en el vapor «Coamo», arribando a San Juan en Puerto Rico, el 2 de abril. Durante 22 días se presentó en el Teatro Paramount, con gran éxito. El 24 partió hacia Venezuela por vía marítima, en la motonave “Lara”.
En Caracas se presentó en los Teatros Principal y Rialto. En Venezuela también se presentó en La Guaira y en Valencia, así como en una función privada para el presidente Juan Vicente Gómez en Maracay. Luego se presentó en Maracaibo y Cabimas.
El 23 de mayo salió en la nave «Medea» hacia Curazao, donde se presentó durante 5 noches. Allí, Gardel que había esquivado siempre el avión como medio de transporte, decidió presentarse en Aruba, pero en vez de ir por mar que era lo más lógico en aquellos días, aceptó viajar en avión, por la urgencia de cumplir la gira. Fue su primera experiencia aérea.
GARDEL EN COLOMBIA
En Caracas, Gardel había conocido a Celedonio Palacios, chileno, administrador del Teatro Apolo de Barranquilla. Celedonio Palacios era admirador de Gardel y lo contrató para una corta temporada en Barranquilla. De Aruba, entonces, Gardel viajó a Puerto Colombia a bordo del vapor “Presidente Gómez”, llegando el domingo 2 de junio de 1935. De allí subió al tren que hizo el recorrido hasta la estación Montoya y después al Hotel del Prado. El 3 de junio habló por la Voz de Barranquilla. El 4 y 5 se presentó en el Teatro Apolo de Barranquilla, con el mismo éxito que había tenido en otros países.
El 6 de junio viajó en un hidroavión de Scadta que acuatizó en la bahía de Cartagena. Esa misma noche Gardel se presentó en el Teatro Variedades, donde más tarde fue construido el Teatro Cartagena. El teatro era abierto y hubo lleno total para las presentaciones de Gardel. Se alojó en esa ciudad en el Hotel Americano.
El día 10 llegaron a Medellín, a bordo del avión «Guillermo Valencia» de Scadta, para una corta gira de 3 días en esa ciudad. Se hospedó en el Hotel Europa y se presentó los días 11, 12 y 13 en el Circo-Teatro España. Gardel también hizo una presentación por la estación de radio, “Ecos de la Montaña”, el día 12 de junio de 1935. Ya llegaba la hora de Bogotá.
EL RECIBIMIENTO EN BOGOTÁ
Gardel llegó a Bogotá el día viernes 14 de junio de 1935, en un avión expreso de la empresa Scadta desde Medellín. Los trimotores usados por la empresa alemana tenían capacidad para 15 personas y la comitiva de Gardel, junto con su gran cantidad de equipaje, copaban completamente el cupo del avión «Cali». La expectativa en Bogotá era enorme. La empresa Taxis Rojos montó un servicio de ida y vuelta al Aeródromo de Techo, por un valor de 2 pesos, saliendo de la Plaza de Bolivar a la 1:30 de la tarde, para recibir a Gardel, sus guitarristas Riverol, Barbieri y Aguilar, a su letrista Lepera y al resto de la comitiva a las 2:30 de la tarde. Se promocionó la llegada por todas las emisoras de Bogotá.
La recepción fue un completo caos. Instantes antes de aterrizar el avión «Cali», una multitud calculada en más de diez mil personas que bullía en el aeropuerto venció el cordón policial, invadió la pista de aterrizaje y sólo una maniobra arriesgada del piloto alemán de Scadta evitó una tragedia. Los fanáticos llegaron hasta el avión, alzaron en hombros a Gardel y lo llevaron hasta la sala de espera.
En el tumulto del aeropuerto robaron a Alfonso Azzaf, el masajista y encargado de la iluminación del show de Gardel, perdiendo la billetera con algunos pesos colombianos y la documentación para ingresar a Estados Unidos. Una vez pudieron salir del aeropuerto a bordo de un majestuoso automóvil Auburn, debieron desviarse cerca del Hotel Granada, pues otra multitud también bloqueaba la entrada al hotel. Debieron permanecer varias horas en las oficinas del señor Swartz y de allí salir hacia el Gun Club, donde el maestro Emilio Murillo había preparado una recepción musical a Gardel.
Escribió Gardel a un amigo sobre este recibimiento lo siguiente: «El recibimiento en Bogotá fue increíble. Al llegar al avión la gente se precipitó sobre él y el piloto tuvo que dar media vuelta y rumbear para otro campo de aterrizaje para que no se produjera una tragedia. La tragedia se produjo lo mismo. A un turro que tengo empleado le robaron una cartera con unos mangos de mi pertenencia. Menos mal que eran unos pocos pesos colombianos»
LAS PRESENTACIONES EN BOGOTÁ
Gardel llegaba a Bogotá contratado para actuar con exclusividad en los teatros de Cine Colombia, que eran el Salón Olympia, el Teatro Real y el Teatro Nariño. En aquella época, los cantantes se presentaban al final de la función de cine y se cobraba un extra sobre el valor de la boleta.
Las presentaciones fueron las siguientes: del viernes 14 al domingo 16 en el Teatro Real de Bogotá.
Lunes 17 Gardel descansó, pero contrató un día más para realizar una presentación debido al éxito alcanzado. El martes 18 de junio Gardel ofrece su actuación en el Salón Olympia.
Miércoles 19 de junio de 1935: Teatro Nariño de Bogotá. Única presentación. El jueves 22 Gardel actúa en dos teatros diferentes. Teatro Real de Bogotá y Salón Olympia de Bogotá.
El viernes 21 de junio de 1935 Carlos Gardel no se presentó en ningún teatro de Bogotá. En lugar de ello, asistió al Teatro Municipal de Bogotá, a un recital de los alumnos de piano de la profesora Elisa Urruchurtu de Giraldo, muy conocida concertista bogotana. A las siete de la noche, los niños le hicieron un homenaje a Gardel, cantando sus canciones y tangos con acompañamiento de su profesora.
Gardel se emocionó mucho con el homenaje. Después del concierto, el cantante invitó a los organizadores a una copa de vino al Hotel Granada, donde se alojaba con su comitiva y allí le escribió a la profesora Urruchurtu este texto:.
«Yo no podré olvidar el espectáculo de aquellos niños que en el Teatro Municipal entonaban mis canciones con una pureza y simplicidad admirables. Y los niños me hicieron pensar en la paciente labor de la maestra, labor en la que hay una consagración y un anhelo artístico que sólo raramente se encuentra hoy en la vida de los profesionales de las artes. Solamente por los niños y su maestra bien premiado está mi viaje a Bogotá y por el honor de firmar en el álbum de la Sra. de Giraldo, a quien deseo constancia en su magnífico empeño y felicidad en su incomparable vida. Con gran simpatía, Carlos Gardel, junio 21 – 1935.»
Sábado 22 de junio de 1935: Teatro Real de Bogotá. Doble presentación y despedida según la publicidad del momento. Sin embargo, la presión del público obligó a programar una función extra para el domingo 23 de junio de 1935, otra vez en el Teatro Real de Bogotá.
LA PRESENTACIÓN RADIAL DEL 23 DE JUNIO.
Durante la estadía de Gardel en Bogotá se había dado una silenciosa guerra entre las dos empresas aéreas que se disputaban el mercado en 1935. Scadta, firma que había tenido el monopolio de la aviación desde 1919, tenía competencia desde junio de 1933. El piloto Ernesto Samper Mendoza había fundado en la ciudad de Bogotá, el Servicio Aéreo Colombiano SACO, para hacerle frente al monopolio de los alemanes de Scadta.
A comienzos de junio Samper había traído 2 nuevos trimotores Ford a Colombia y estaba deseoso de dar un gran golpe de opinión. Logró que Gardel aceptara viajar en los nuevos aviones desde Bogotá hasta Cali, haciendo un gran despliegue de prensa. Igualmente, patrocinó el programa de despedida que iba a hacer Gardel el domingo 23 de junio de 1935, a las 9 de la noche por la Voz de la Víctor.
La Voz de la Víctor estaba situada muy cerca de la Plaza de Bolívar, que se llenó esa noche. Se instalaron altoparlantes hacia la Plaza, para que el público pudiera oír lo que pasaba en el radio teatro. Comenzó esta audición a las 23 y 15 con la canción «Insomnio». Después Gardel cantó «Cuesta abajo», acompañado por sus guitarristas Aguilar, Riverol y Barbieri. Cantó enseguida «Tengo miedo de tus ojos», que siguió a un solo de guitarra por José Aguilar. Terminó la primera parte con «El carretero».
En la segunda parte de su programa interpretó «Catamarca», luego «Melodía de arrabal», después «Agarrala si podés» y sus guitarristas cerraron con la interpretación de «Tentación».
A pedido del público, Gardel cantó «Silencio» y luego de este tango pronuncia para el público palabras de agradecimiento y despedida: “Antes de cantar mi última canción, quiero decir que he sentido grandes emociones en Colombia. Gracias por tanta amabilidad. Encuentro en las sonrisas de los niños, las miradas de las mujeres y la bondad de los colombianos un cariñoso afecto para mí”. “Me voy con la impresión de quedarme dentro del corazón de los bogotanos. No sé si volveré, porque el hombre propone y Dios dispone. Pero es tal el encanto de esta tierra que me recibió y me despide como si fuera su hijo propio, que no puedo decirles adiós, sino hasta siempre”. Luego, cantó el último tango de su vida: «Tomo y obligo». La audición terminó a las 00:30 horas.