La medida estará vigente a partir del 20 de enero. Quienes elijan no vacunarse tendrán restringido su acceso a todo tipo de eventos culturales y sociales –como cines, teatros, conciertos, bares y restaurantes– e incluso al transporte de media y larga distancia.
El Parlamento de Francia aprobó este domingo, tras semanas de debate, el proyecto de ley que reemplaza el pasaporte sanitario por un pase de vacunación desde los 16 años y, aunque su puesta en funcionamiento demorará algunos días, se descuenta que implicará mayores restricciones a la actividad de los no inmuni-zados.
El texto, aprobado por 215 votos a favor, 58 en contra y 7 abstenciones, será enviado al Consejo Constitucional por los legisladores del socialismo, en busca de se respeten las «libertades fundamentales».
El pase de vacunación impedirá el acceso de los no vacunados a espacios claves para la actividad recreativa o para la asistencia al trabajo, como trenes, restaurantes o cines
Es decir: solo podrá asistir a esos lugares o utilizar esos servicios quien cuente con el esquema de inmunización completo, una exigencia que -previsiblemen-te- no regirá para el acceso a la atención de los servicios de salud. El actual pase, en cambio, incluía la posibilidad de presentar un test negativo o haber superado recientemente la enfermedad.
El nuevo documento se exigirá a partir de los 16 años, mientras que a los menores de 12 a 15 años se les seguirá pidiendo el actual pase sanitario.
Quienes sean descubiertos con un pasaporte de vacunas falso, podrán recibir penas de hasta un máximo de cinco años de cárcel y 75.000 euros de multa.
La implementación del pase de vacunación estaba prevista para el 15 de enero pero se retrasó al surgir desacuerdos entre los legisladores por las distintas versiones de la norma, aunque también jugó su parte la expresión de Macron a comienzos de año acerca de que quería «fastidiar hasta el final» a los no vacunados.
En base a Telam