El profesor Oscar Jara, que visita Tacuarembó para realizar varias actividades académicas invitado por la Udelar, se refirió en rueda de prensa a temas relacionados con la educación, la generación del conocimiento, cómo ve las recreaciones tradicionales de Patria Gaucha, y expresó su visión de la educación uruguaya.
El martes 3 presentó una conferencia sobre:
«La producción de conocimientos desde las prácticas de extensión universitaria en América Latina: desafíos para la Sistematización de Experiencias» en la Sede Tacuarembó de la Udelar, y entre los días miércoles 4 hasta hoy estuvo al frente de un Curso de Educación Permanente «Concepción y metodología de sistematización de experiencias», en el mismo lugar.
Mañana sábado va a presentar en Montevideo el libro «Encuentro de Educación Popular». Oscar Jara es ociólogo y educador popular, es referente de las pedagogías críticas emancipadoras que son corrientes educativas que
tiene como característica que las personas son protagonistas de los cambios sociales. Ha fundado la red Forja, red latinoamericana de educación popular, presidente del Consejo de Educación Popular de América Latina y
el Caribe. Jara expresó en su presentación que estar por primera vez en Tacuarembó es de gran satisfacción al igual que ver el proceso de descentralización universitaria, lo cual lo apasiona, lo ve como un gran desafío para las universidades latinoamericanas responder a las demandas, las necesidades de las distintas regiones. Señaló «padecemos de mucha centralización en muchos campos, uno de ellos el de la universidad. Precisamente en las regiones se desarrollan experiencias, innovaciones, iniciativas, se construyen aprendizajes desde prácticas que son muy particulares de cada territorio en particular de las cuales no nos nutrimos suficientemente.
Yo vengo a nutrirme, a aprender, vengo a dialogar, tratar de conocer esta región». Precisamente el estudioso profesional llega a Tacuarembó en el marco de la Fiesta de la Patria Gaucha, tras una recorrida por los fogones se mostró sorprendido por las construcciones y diferentes aspectos que presenta este evento.
«Viendo como construyen las aparcerías me llamó mucho la atención, cómo un evento que podría calificarse como tradicional o folklórico, más bien es un proceso muy interesante de construcción de identidad. El hecho de que se haya colocado este año la inmigración como un eje a través del cual se van construyendo los distintos fogones, el hecho de que la gente tenga que investigar sobre esos temas, rescatar historias locales, me dejó asombrado. Porque ahí se están dando procesos de una educación popular, una educación en la cual los
saberes del pueblo circulan y nos permiten comprender historias, más allá de las cosas que estudiamos formalmente.»
Y de esto, reflexionó:
«¿Cómo en las universidades a esos saberes los podemos incorporar?
¿Qué desafíos nos plantean esas formas de conocimiento, esas realidades, esas inserciones en las problemáticas locales? No solamente para que la universidad le lleve un conocimiento más técnico, más científico,
que es algo que hay que hacer, sino también cómo aprendemos de ello para nutrir nuestro propio conocimiento».
«Como educador popular, de la escuela de Paulo Freire, considero que el papel principal de un educador o una educadora es generar aprendizaje y apara generarlo uno tiene que tener disposición para aprender.
Entonces generar esa capacidad para disponernos de aprender de todas las circunstancias que vivimos es fundamental, porque nunca terminamos de aprender. Esta fiesta de la Patria Gaucha con todos los elementos que tiene para mí es una oportunidad muy importante de aprendizaje», afirmó.
Consultado sobre su visión de la educación en Uruguay, respondió: «Uno tiene la visión de que la educación en el Uruguay ha sido una prioridad de las políticas públicas durante muchos años, ha habido un sistema de educación pública de acceso universal, es notorio, ya que en América Latina es de los pocos países que tiene absolutamente gratis el acceso a la educación universitaria. En mi país, Costa Rica, tenemos universidades públicas, pero siempre hay algo que pagar. Por lo tanto y sobre todo en las circunstancias
que vivimos en América Latina se limita la posibilidad de acceso a la educación superior. La imagen que yo tengo es de un proceso que lleva tiempo de ampliación, de extensión del acceso a la educación pública. Me gustaría conocer más sobre cómo se interrelaciona el trabajo universitario, los procesos, las demandas
de los jóvenes, de qué manera se reinventa la educación, escuchando las propuestas de los jóvenes, los cuales tienen una visión del mundo muy particular. Todo esto en el contexto de una única universidad pública, que
también es algo diferente a otros países donde hay varias universidades públicas. La Udelar llena un espacio a nivel de todo el país. Me interesa conocer más cómo se lleva a cabo la extensión crítica, porque fue aquí donde surgió este concepto, una reeplanteo de lo que es la extensión, no de forma tradicional de la universidad hacia afuera sino como un elemento de construcción dialógica de saberes».