El cepillado de dientes es una de las medidas principales para el cuidado de la cavidad bucal. Tener un instrumento en buenas condiciones es fundamental para realizar la tarea de manera correcta.
Ya sea que se utilice un cepillo manual o uno eléctrico, lo ideal es cambiarlo cada 3 meses. Después de 90 días de uso regular, las cerdas pierden resistencia y efectividad para remover la placa bacteriana. Pero también hay otras razones por las que se debe cambiar el cepillo de dientes antes del tiempo
estimado.
Cerdas dobladas o dañadas
El uso regular del cepillo de dientes va doblando y debilitando las cerdas.
De esta manera, el instrumento se deforma y no tiene la eficacia necesaria para remover la placa bacteriana de dientes y encías. Por lo tanto, observar los filamentos del cepillo de dientes abiertos o hacia afuera es una de las razones por las que se debe cambiar.
Las cerdas de un cepillo dental que funciona deben ser rectas, suaves pero firmes. El mango debe estar limpio y ser fácil de agarrar. De esta manera, será
posible alcanzar todos los sitios de la boca para eliminar gérmenes y restos de alimentos con eficacia.
Paso del tiempo
Aunque el deterioro no sea perceptible, el paso del tiempo es otra de las razones por las que se debe cambiar el cepillo de dientes. Cada día, en el momento de la higiene bucal, microorganismos y residuos microscópicos se acumulan en el cepillo.
Aunque este tipo de deterioro no sea notorio, influye de manera negativa en la eficacia de la limpieza.
Lavar las cerdas del cepillo debajo de un chorro de agua fuerte después de su uso y colocarlo en posición vertical para su ventilación y secado ayuda a
mantenerlo. De todos modos, una vez pasadas las 12 a 16 semanas, hay que buscar un cepillo nuevo, aunque parezca que todo esté bien con el que ya tenemos.
Haber estado enfermo
Otra de las razones por las que se debe cambiar el cepillo de dientes es haber estado enfermo. Si tú o alguien de tu familia ha
tenido gripe, anginas o alguna infección, lo ideal es que todo el grupo conviviente renueve sus cepillos. Posiblemente, la persona que estuvo enferma, si no tiene su sistema inmunitario comprometido, no vuelva a enfermarse de lo mismo. De todos modos, el resto de la familia sí tiene riesgos de sufrir un contagio.
Al culminar un tratamiento odontológico
Recibir el alta odontológica es otra de las razones por las que se debe cambiar el cepillo de dientes. Si la persona ha estado visitando al dentista con frecuencia para tratar lesiones de caries, gingivitis, periodontitis e infecciones, una vez terminado el tratamiento lo ideal es comprar un cepillo nuevo.
Exceso de humedad
Cuando las cerdas del cepillo permanecen mojadas por mucho tiempo, la proliferación de gérmenes sobre ellas es más fácil.
Tener la costumbre de lavar y sacudir el cepillo luego de su uso y colocarlo en posición vertical para que se seque y se ventile es lo ideal para evitar su contaminación.
Es importante tener en cuenta que la ventilación y la humedad del cuarto de baño inciden mucho en el estado de los filamentos del cepillo. Si no es posible mantener este accesorio de higiene seco, lo más aconsejable es recambiarlo de manera más frecuente.
También se sugiere su reemplazo si el cepillo permaneció más de 48 horas mojado.
Los viajes largos en los que el cepillo de dientes está guardado mucho tiempo y poco ventilado son otra de las razones por las que se debe cambiar.
Existen protectores plásticos para protegerlos y evitar el contacto de las cerdas con otros objetos.
De todos modos, el almacenado prolongado y la falta de secado favorece la proliferación de bacterias.
Por este motivo, luego de un viaje largo, lo ideal es comprar un cepillo nuevo.