El 18 de mayo de 1811, en Las Piedras, a 20 Km de Montevideo, se libró una de las batallas más significativas de la Revolución Hispanoamericana.
En abril de 1811 Artigas pronuncia la proclama de Mercedes y el 12 de mayo se encuentra en Canelones, y buscando la rendición de los españoles que ocupaban Montevideo, hostiliza a la ciudad impidiendo su abastecimiento.
Una incursión española en tierra de los Artigas precipita el encuentro en Las Piedras donde se hallan acampados aquellos soldados realistas que no
tenían mejor aspecto que los de Artigas.
Se peleó desde las 11 de la mañana hasta la puesta de sol.
En su parte Artigas cuenta 97 muertos, 61 heridos y 482 prisioneros entre los hombres de Posadas, incluidos 23 oficiales. Mientras que en sus
filas hubo 11 muertos y 28 heridos.
En aquella época en que era común pasar a degüello a los enemigos, resulta extraña la existencia misma de prisioneros y el canje de ellos, denota la consideración y el respeto que se tuvo por la vida.
El triunfo de Las Piedras fue la carta de presentación del “ejército nuevo”.
Las milicias de Artigas lograron el dominio total de la campaña junto a tantos otros como Manuel Francisco Artigas que sometió la zona este,
Benavídez que se apoderó de Colla, los hermanos Quinteros y los hermanos Vargas que desalojaron de Porongos a la guarnición adicta a Montevideo.
La Junta bonaerense confió entonces a Artigas el grado de Coronel y decretó ascenso a los soldados orientales por las victorias de San José y Las Piedras.
Los realistas perdido el único ejército con que podían contar, quedaron encerrados en Montevideo, pues Vigodet abandonó Colonia el 26 de
Mayo, y al día siguiente Benavídez ocupó la ciudad.
Otra de las consecuencias fue que se estableció sitio a la ciudad de Montevideo y la victoria contribuyó a restablecer
el fervor revolucionario en todo el Río de la Plata muy decaído por el fracaso de Belgrano en Paraguay y Castelli en Alto Perú.
Aquellas “montoneras”, paisanos, jornaleros, vecinos, indios y morenos se convirtieron en palabras del propio Artigas en “soldados de la patria formando un ejército nuevo cuya única divisa era la libertad”.