Por Matías Guillama Vidal
Uno de los ejercicios de las prueba pisa del 2018 fue «un equipo de fútbol jugó 80 partidos en toda la temporada. Perdió el 20% de los partidos que jugó y empató 24 partidos. ¿cuántos partidos ganó?» Más de la mitad de los estudiantes uruguayos de 15 años fue incapaz de resolver este ejercicio. El sistema educativo uruguayo pedía a gritos aquellos cambios que le permitieran a todos los estudiantes culminar la educación obligatoria y lograr desempeños en los que se evidencie tanto calidad como equidad.
El conjunto de los artículos en la LUC que refieren a la educación y a la cultura no constituyen una ley de alternativa a la Ley General de Educación vigente. Unicamente se introducen las modificaciones necesarias para iniciar una dinámica de cambios alineada con los compromisos asumidos ante la ciudadanía. No está tratando de cambiar todas las reglas de juego, sino aquello que es necesario para poner en marcha una dinámica de cambios coherentes.
Me permito enumerarles algunos de ellos:
1) Se cambia la gobernanza de la educación, transformando órganos colegiados de la educación primaria, secundaria y UTU (consejos) por órganos unipersonales (Direcciones Generales) con el objetivo de dotar de mayor ejecutividad y profesionalismo a los diferentes niveles educativos. Se fortalece la participación de primaria, secundaria y UTU en la toma de decisiones ya que las direcciones generales pasan a integrar el CODICEN, en donde además estarán los representantes electos por los docentes. El nuevo CODICEN (órgano colegiado) es más participativo y además trabajará en una lógica sistémica, fomentando la mayor coordinación y articulación entre todos los niveles educativos.
2) Se crean instrumentos como el plan y compromiso de Política Educativa Nacional y el Compromiso de Política Educativa Nacional, que tienden a dar coherencia al conjunto de las acciones que se toman en el terreno educativo y a hacer transparentes ante la ciudadanía las decisiones de política educativa y los criterios utilizados para seleccionar a los jerarcas responsables de su ejecución.
3) Se modifica la integración de las Comisiones Departamentales de Educación y de La Comisión Coordinadora de la Educación, con el fin de asegurar que la acción rectora y coordinadora del Estado llega con igual fuerza a todos los actores que actúan en el terreno de la enseñanza. Deciden las autoridades públicas. No hay ningún debilitamiento de las autoridades públicas. Lo que queremos es tenerlos a todos sentados en la mesa, porque ese es un Estado que llega a todos los rincones, ese es un Estado que puede coordinar y ese es un Estado que puede influir sobre todos los actores.
La LUC contiene una variedad de iniciativas que apuntan a modernizar la institucionalidad y ajustarla a las mejores prácticas vigentes a nivel internacional, de manera de asegurar que la conducción de la institución tenga una total independencia respecto de las instituciones evaluadas y evitar algunas de las penosas situaciones que se dieron en administraciones anteriores. Defender esta ley es defender los reclamos de una sociedad que votó por un cambio de rumbo en las políticas públicas. Pensemos en los gurises, no volvamos atrás.