SUBA DE PRECIOS DEJÓ DE SER PRIORIDAD – En el primer semestre aumentaron 31,1% y podrían continuar al alza.
La suba de precios en los primeros seis meses del año fue la más alta desde 2002 y tiene a las verduras como el rubro de mayor incidencia. Estos alimentos incrementaron su valor 31,1% en el primer semestre del año —24,01% por encima de la inflación.
La suba de precios en el acumulado a 12 meses llegó en junio a 10,94%, superando por quinto mes consecutivo la barrera del 10% y consolidándose en dos dígitos, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
A su vez, el aumento de precios en los seis primeros meses del año fue 7,09%, el mayor valor para un primer semestre de los últimos catorce años (cuando fue 7,19% en 2002).
En la medición de junio nuevamente la división alimentos y bebidas no alcohólicas fue la de mayor variación mensual e incidencia en el Índice de Precios del Consumo (IPC), explicando 0,26 puntos porcentuales del incremento de precios en el mes de 0,40%.
A la interna de esta categoría, destaca el aumento del rubro legumbres y hortalizas que alcanzó 5,4% en el registro mensual y acumula 31,1% en lo que va del año, totalizando un aumento más de seis veces superior al del mismo período del año pasado (4,7%).
El técnico del Mercado Modelo, Pablo Pacheco informó a El País que las hortalizas de fruto como los morrones, zapallitos y berenjenas, tuvieron una «escasa oferta durante junio y los precios estuvieron más altos». Pero aseguró que «el resto de los productos en general estuvieron relativamente estables» en sus precios.
El desfasaje entre este análisis y la medición del IPC podría deberse a la demora en el traslado de precios desde los mayoristas a los comercios minoristas. «Capaz a nosotros nos da una baja pero ese retraso puede hacer que todavía no se vea reflejado», detalló Pacheco.
Entre estos casos podrían estar productos como la acelga que subió 18,42% en el mes según el INE y la espinaca que se incrementó 18,42%. Desde el Mercado Modelo se explicó que las hortalizas de hoja —que habían sufrido los fenómenos climáticos de abril— en la segunda mitad de junio «empezaron con una tendencia a la baja que se mantiene hasta estos días».
Hacia adelante, Pacheco dijo que de mantenerse las actuales lluvias podrían afectarse algunos cultivos de tierra como perejil, zanahoria y papa. A su vez, la humedad de los últimos días ya generó «algún problema de podredumbre» en productos como mandarinas, zapallos y boniatos.
Por los ciclos estacionales de las frutas y las verduras, es previsible que comiencen a aumentar los precios de las hortalizas secas (boniatos, zapallos y cebollas) y las manzanas por una reducción de la oferta. En tanto, se incrementará la oferta de hortalizas de fruto (tomates y morrones) lo que «hará que baje un poco los precios», resumió el técnico del Modelo.
Analistas.
El aumento de 0,40% del IPC del mes pasado en comparación a mayo representó el menor crecimiento desde noviembre de 2014 —sin considerar los registros negativos de inflación de diciembre por la reversión del plan UTE Premia.
«La cifra reflejó una moderación dentro de un panorama que sigue siendo muy complicado», dijo a El País el economista Aldo Lema.
En mayo la inflación acumulada había ascendido a 11% —el registro más alto desde octubre de 2003— debido a la incidencia del aumento de precios de las verduras, tras el temporal de viento y lluvia que azotó al país durante abril.
El economista de CPA, Santiago Rego, reconoció que el dato inflacionario «sorprendió porque pensábamos que el shock (de precios) en hortalizas y verduras se iba a revertir rápidamente».
Por su parte, Guzmán Etcheverry del Centro de Economía, Sociedad y Empresa de la Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo (IEMM) señaló que «el efecto del precio de las verduras mantuvo su impulso sobre la inflación este mes».
Futuro.
Rego indicó que la inflación puede moderarse en los próximos meses «si el tipo de cambio se mantiene» con una tendencia a la baja, pero los pronósticos de CPA son que el dólar retomará la senda alcista en los próximos meses. «Seguimos manteniendo la inflación en torno al 10% para todo este año y el próximo», explicó el analista.
Para Etcheverry, en el segundo semestre «la inflación va a comenzar a ceder, cerrando el año por debajo de 10%». Una visión similar tiene Lema, quien auguró que los precios podrían moderarse y terminar 2016 en el entorno de 10%, producto de «cierto alivio de las presiones subyacentes y la devolución de los precios de las hortalizas» a su nivel habitual.
El Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) señaló que «la moderación (de la inflación) observada en junio, podría fundamentar alguna corrección a la baja, siendo clave monitorear la evolución del dólar en los próximos meses».
En el análisis a futuro, la economista de PwC, Mercedes Comas apuntó que «hay riesgo» de que aumente la inflación por una eventual suba de los combustibles. Sobre el tema, Rego señaló que el gobierno decidió que el frente fiscal es el más importante de sus prioridades y aunque «se va a cuidar la inflación, puede haber ajustes tarifarios en el segundo semestre sobre todo si el petróleo le pone más presión a la paramétrica de Ancap».
La inflación subyacente se desaceleró en junio
El registro de inflación subyacente (sin contar los componentes más volátiles) se desaceleró el mes pasado y totaliza un incremento en el último año móvil de 10,11%, el menor del 2016. A su vez, en el primer semestre del año el incremento de los precios subyacentes fue igual al registrado en el mismo período de 2015. Según Cinve esto es «una señal positiva, aunque incipiente, de la moderación de las presiones inflacionarias». Para Aldo Lema, esta tendencia se vio «favorecida por la caída del dólar» en junio.
Cuesta Duarte: «Se complejiza mucho la negociación salarial»
El economista del Instituto Cuesta Duarte, Hugo Bai dijo a El País que la consolidación de la inflación por encima de 10% «complejiza mucho la negociación salarial». Explicó que al tema precios se suma la decisión del gobierno de no modificar los lineamientos para la ronda salarial, lo que hace que los sindicatos «negocien convenios que inevitablemente van a dar pérdida salarial» si se respetan las pautas.
Rego también apuntó que los lineamientos actuales «no están pensados para proteger (a los trabajadores) de la inflación». Aseguró que de acuerdo a las pautas, este año «los salarios crecerán menos que la inflación» llevando a una pérdida de poder adquisitivo. Frente a esta situación, Bai no descartó que haya un incremento de los convenios salariales por fuera de los lineamientos, mediante acuerdos entre sindicatos y empresarios.
A su vez, Comas señaló que los actuales niveles de inflación «están haciendo que la negociación sea distinta a la del año pasado».
Detalló que en 2015 la mayoría de los convenios se ajustaban a las pautas del gobierno y ahora «hay empresarios que priorizan que no haya conflicto y se apartan de los lineamientos».
Al respecto, Bai adelantó que en caso que los empresarios opten por respetar las pautas y se firmen acuerdos con pérdida de salario real, habrá «inevitablemente una conflictividad no solo al momento de la negociación sino a lo largo (de la vigencia) del convenio».
Por otra parte, el economista del Cuesta Duarte informó que la inflación de junio ratificó un correctivo de 5,95% para los trabajadores con convenios de la ronda anterior que vencieron a mitad de año.
Esos acuerdos habían sido firmados con una inflación esperada de 5%. «Este tipo de correcciones muestra hasta qué punto se fue de las manos el control de los precios», sentenció Bai.