Con una amplia mayoría y con una votación secreta, los miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 24 de mayo a Tedros Adhanom Ghebreyesus como su director general, para otros cinco años. Sin embargo, no se presentó ninguna otra candidatura frente a Tedros, quien ha recibido tanto elogios como críticas por la respuesta mundial del organismo a la pandemia del Covid-19.
Luchando por contener las lágrimas, Tedros Adhanom Ghebreyesus se describió a sí mismo como «un niño de la guerra», en referencia a su infancia, después de firmar el contrato para su extensión, tras ser reelegido por cinco años más como director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tedros inicia su segundo mandado frente al organismo tras obtener la mayoría en una votación secreta de los países miembros en la Asamblea Mundial de la Salud, aunque no hubo ningún otro candidato que lo desafiara.
«Esto es abrumador», expresó el reelegido dirigente al recibir el aplauso de pie de todos los presentes en la sala.
Posteriormente, a través de su cuenta de Twitter, manifestó sentirse «honrado de ser elegido para servir un segundo mandato como director general. Estoy profundamente agradecido por la confianza de los Estados miembros».
Se trata del primer africano en dirigir la agencia y el único director general no calificado como médico. No obstante, es biólogo con formación en inmunología de enfermedades infecciosas e investigador de sanidad pública.
Pero Tedros también es el primer líder del organismo perteneciente a Naciones Unidas que no cuenta con el apoyo de su país de origen: Etiopía. El Gobierno de ese país, que este martes señaló su «preocupación» por su continuidad en el cargo, lo acusó previamente de «mala conducta» después de sus fuertes críticas a la guerra y la crisis humanitaria que vive la región de Tigray, en esa nación.
Sin duda, uno de sus mayores desafíos frente a la posición que ostenta se produjo con la detección del Covid-19, que hace más de dos años sorprendía al mundo y que su propagación fue declarada como pandemia por la OMS el 11 de marzo de 2020.
Uno de los mayores reproches de sus críticos radica en que bajo su mandato, la agencia de salud de la ONU no criticó a China, país de origen del virus, por los errores en la primera etapa de la crisis sanitaria, fallas de las que funcionarios de la OMS se quejaron en privado.
Otro de los temas más espinosos que sus críticos resaltan es no tomar medidas ejemplares contra al menos 83 empleados de la OMS que fueron acusados de abusar sexualmente de mujeres en el Congo, durante un brote de ébola en 2018. Uno de los mayores escándalos en la historia de la agencia de salud de la ONU.
«Una voz constante durante la pandemia»
«Ha habido algunos contratiempos, pero Te-dros también ha sido una voz constante durante la pandemia, abogando por una respuesta equitativa», enfatizó Javier Guz-mán, director de política de salud global del Centro para el Desarrollo Global en Washington.
El biólogo y político etíope ha criticado reiteradamente a los países más desarrollados del mundo por el acaparamiento de vacunas, especialmente cuando su suministro aún era limitado para el resto del planeta.
Tedros también ha insistido en que las farmacéuticas no están haciendo lo suficiente para que sus medicamentos estén disponibles para los más pobres.
Y en momentos en que la mayor atención universal se ha centrado en la guerra rusa en Ucrania, Tedros ha reprochado a la comunidad internacional por no hacer lo suficiente para resolver las crisis en otros lugares, incluidos Yemen, Siria y Afganistán, señalando que posiblemente se deba a que los que sufren no son blancos.
Lo cierto es que entre críticas, fallas, aciertos y respaldo, el mundo verá por otros cinco años más la labor de Tedros frente a la Organización Mundial de la Salud.
Con Reuters y AP