Se realizó el seminario virtual «Desafíos de la evaluación de los aprendizajes y proyección de los nuevos escenarios de enseñanza en la Universidad» organizado por Udelar, donde académicos de nuestro país y la región reflexionaron sobre las experiencias de la enseñanza a distancia en el marco de la emergencia sanitaria.
Al comenzar la presentación del seminario, el prorrector de Enseñanza, Juan Cristina destacó que la Udelar es una universidad pública, gratuita, inclusiva y con un cogobierno democrático.
Es una comunidad que actualmente cuenta con aproximadamente 150.000 estudiantes y gracias al proceso de descentralización, que lleva diez años de desarrollo, 19.000 estudian en el interior junto a 600 docentes en los tres Centros Universitarios Regionales. También recalcó que el 48% de los estudiantes de la
Udelar son primera generación de universitarios en su familia y que el 53% trabaja además de estudiar.
Recordó que la institución suspendió la modalidad presencial a raíz de la pandemia: «una situación sin precedentes que encuentra a la Universidad resiliente y al servicio de nuestro país, brindando sus capacidades científicas y de todo tipo y trabajando en diversos aspectos en el combate al coronavirus, destinando recursos humanos y financieros de un presupuesto acotado». Pasar a una modalidad no presencial a la escala de la Udelar implicó un enorme esfuerzo de todos los servicios y a nivel central, indicó, pero «esta crisis nos enseñó a adaptarnos a escenarios difíciles, mucho de lo que aprendimos quedará y nos permitirá brindar una enseñanza aún mejor».
EXPERIENCIAS Y PERSPECTIVAS REGIONALES
El primer panel contó con la participación de Francesc Pedró, director del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe
(UNESCO-IESALC), quien se centró en los efectos de la pandemia sobre la educación superior. Señaló que a futuro, tendrá un efecto sobre la demanda:
cuando se parte de una situación de vulnerabilidad en que las condiciones tecnológicas y de conectividad no son óptimas, o no existe un ambiente de
autodisciplina en los estudiantes, cabe esperar que en el corto plazo la recuperación de las actividades universitarias sufra un descenso de la demanda. Esto es debido a que «muchísimos estudiantes tendrán que ocuparse en otras cosas, como intentar conseguir ingresos, y por lo menos reducir el costo de oportunidad que significa que un joven en una familia vulnerable esté en la universidad». Sin embargo, afirmó que muchos jóvenes verán en la educación superior una oportunidad de encontrar un refugio ante un mercado laboral que si no los rechaza, les ofrece trabajos mal pagos. En ese sentido, la oferta 100% a distancia cobrará más vigor porque responderá a esta necesidad inmediata.