Una iniciativa presentada el año pasado por el senador Germán Coutinho en la Comisión de Hacienda buscaba una solución para los comercios de frontera con la creación de una “tarjeta verde” que simplifique la importación y permita a los comerciantes de frontera poder hacer pequeñas importaciones de productos que tienen una gran diferencia de precio.
Dicho proyecto era de similares características al presentado por el senador nacionalista Sergio Botana en abril de 2021 que preveía una “patente de creación fronteriza” para que se pueda utilizar tanto para el consumo como para el comercio dentro de las zonas fronterizas. Según consigna una nota de La Voz de Melo del pasado 21 de junio, Botana reconoció que el Gobierno registra un retraso grande en materia de políticas de frontera.
En ocasión de la votación de un proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo para dar un alivio fiscal para mipymes en frontera –aprobado en octubre y vigente desde noviembre 2021 (y por un año)–, la diputada cabildante Nazmi Camargo dijo apoyar la iniciativa, pero dejó constancia que, si bien “las medidas que contiene el proyecto son beneficiosas y bienvenidas”, consideró que “por sí solas esas medidas son totalmente insuficientes, que no llegarán al consumidor final y que deberían estar incluidas en un paquete mucho más amplio que ataque el problema de fondo”.
La representante riverense de Cabildo Abierto agregó: “Desde el primer momento nuestro partido entendió que una de las prioridades era atender la situación de la frontera” y fue quien adaptó un proyecto presentado por los senadores correligionarios y lo presentó en la referida Comisión Especial de Frontera con Brasil, contemplando también algunas de las ideas planteadas en proyectos de otros partidos.
El proyecto presentado por Camargo busca la formalización de la actividad comercial “con un entorno empresarial propicio donde no exista una competencia desleal”, mediante un mecanismo que simplifique las pequeñas importaciones. Además, propone la devolución del IMESI y del IVA en las ciudades fronterizas, de acuerdo con un porcentaje a determinar a través del consumidor final. La deducción se realizaría por medio de una “tarjeta de frontera” para que el cliente pueda tener dicha devolución.
Esta tarjeta permitiría que los ciudadanos de las zonas fronterizas puedan comprar con descuentos en diferentes comercios, artículos de varios rubros, con una operativa similar a la que se aplica para la compra de combustible, que tiene 24% de bonificación en el precio, con una devolución del porcentaje a las 48 horas, explicó.
La diputada aclaró que la diferencia con el caso de combustibles es que no se precisará una tarjeta bancaria para tener el beneficio y que los ciudadanos que podrán acceder serán solo aquellos que acrediten vivir a 60 kilómetros (o menos) de la frontera.
Extracto de nota publicada en La Mañana: «Comerciantes de frontera esperan soluciones urgentes para paliar la diferencia de precios»