Vientos del Norte – Dulces y Conservas que parten desde Valle Edén
Diario El Avisador entrevistó a Leonardo Vial, propietario de la Estancia “El Matrero” en la localidad de Valle Edén, y donde lleva a cabo sus actividades y madura las ideas de un futuro turístico inigualable para la zona.
El medio de prensa, abre muchas puertas y genera muchos vínculos, y en el mejor de los casos se forman grandes amistades. Es así que conocí a Leonardo, un tipo de 49 años nacido en Montevideo, pero que sin duda con el tiempo absorbió la amabilidad y la calidez de la gente del interior.
Comenzó a formarse a los 15 años, en una empresa de fiestas y donde él era el iluminador. La experiencia y su capacidad de emprender le permitió tener su propia empresa a los 18 años, luego a estudiar y trabajar en la capital. A los 22 partió hacia Rivera con su padre donde comenzó a desarrollar una actividad relacionada con la informática y al mantenimiento de equipos. Leonardo nos contó que su trabajo quedaba junto a la popular pizzería de la frontera, “Las Mil y Unas”, la pizzería era buena, pero estaba mal gestionada y fue ahí cuando junto con su padre nuevamente se lanzan y compran el negocio de comida permaneciendo durante 23 años en el comercio local de Rivera.
La pandemia fue un puñal para muchos comercios y emprendimientos en todo el país, y la pizzería no fue una excepción. Funcionó hasta el 2020 y aquí comenzó un viaje diferente para nuestro entrevistado.
Leonardo junto a su hermana, son dueños de la Estancia “El Matrero” en Valle Edén. Pero esto no es lo particular de él, sino su cambio de vida y de filosofía, de la ciudad al campo, de la informática a lo culinario, del asfalto a la huerta. Y es así que le vamos a dedicar nuestras líneas para que cuente su historia y nos detalle acerca de su nuevo emprendimiento, los dulces y las conservas.
“En donde estamos, este campo nos pertenece a mí y la familia desde los 80, tenemos una relación directa con el lugar, es decir que no elegimos a Valle Edén, él nos eligió a nosotros. El emprendimiento de Vientos del Norte surgió viendo las posibilidades que tenía el lugar, porque todo comienza con el resultado de una situación económica difícil. A partir del 2014 comencé a venir al campo nuevamente, estuve ausente un tiempo, y con el conocimiento que tuve de ver a mi padre en la producción de dulces y conservas, todo se fusionó y dio como resultado Vientos del Norte” expresó Leonardo.
La herencia de su padre sumado a la experiencia de tener y trabajar huertas orgánicas, resultó en que sus propias manos estaban generando un producto que deseaba por amor propio.
“En el 2014, vi que si quería salí de la ciudad, de vivir la locura del comercio, personal, proveedores, clientes y todo lo que conlleva el comercio debía dedicarme realmente a esto. Si bien lo que genera estas cosas que hago, tanto la huerta como los dulces, es una manera de estar conectado con mi padre. Mi linaje que viene desde Europa y de familias que realmente pasaron mal y con la necesidad de progresar, aprendieron a realizar dulces y conservas, a trabajar la tierra” señaló a El Avisador.
Leonardo dice que el terreno es duro, hay que trabajar mucho la tierra para poder gestionar las huertas orgánicas. Después de algunos años el trabajo está dando frutos, se están viendo los resultados gracias a la dedicación y el trabajo que le dio a las tierras. Cuando hacemos referencia a dedicación es destacando su frase de “salgo al campo con la carretilla, los perros y bolsas de harina, a buscar el oro verde, el estiércol de los animales”.
El objetivo es tener una huerta mejorada, más grande y que esta produzca frutos para los dulces y conservas, y en parte que pueda abastecer aquellos comercios que trabajen netamente con productos orgánicos de huerta.
Leonardo tiene una amplia noción de turismo, de como desarrollarlo y adecuarlo a la zona, por aquí viene su otra veta, generar turismo en Valle Edén. Por lo tanto, trabaja en la recuperación de un lugar físico que tiene la estancia, para poder recibir visitas y así compartir las bondades del lugar para aquellos que gustan de este tipo de turismo.
“Estoy trabajando mucho para el sur y estoy abocado en recuperar este lugar para lo turístico. Algo que estoy en conversaciones con la Dirección de Turismo de Tacuarembó, pero seremos un lugar con recursos limitados, pero con un gran contenido en lo que tiene que ver al lugar, a lo natural y todo lo que comprende. Las ideas son variadas, pero pensamos en trabajar para generar actividades como senderismo, trekking, retiros espirituales, yoga, reiki. Pero también darle un aporte a lo cultural y recibir o bien tener encuentro de escuelas y otras actividades que sean posible con nuestros recursos. Tratamientos como equinoterapia y medicinas orientales están en la lista de deberes” señalaba Leonardo.
Una de las iniciativas que más no llamó la atención, fue la idea que tiene Leonardo con Sheila da Cunha, en conjunto trabajarán a través de una ONG que salva a caballos abandonados o maltratados. Y este lugar, sería su santuario, su retiro para que puedan disfrutar de la vida libre en el campo después de una vida de esclavitud y maltrato. ¡Un aplauso para ellos!
Para finalizar, Leonardo hacer referencia a la localidad donde está viviendo “Valle Edén se quedó en el tiempo, pero tiene todo turísticamente hablando. Es un lugar que tiene grandes recursos naturales, es pintoresco, tiene acceso por varias vías como es el tren. Viajan personas desde Rivera o Paso de los Toros, ese un ingrediente que se le suma a lo que es visitar y pertenecer a este lugar por un tiempo”.
“Tiene mucho potencial, pero es un potencial diferente al turismo convencional de hoteles y hospedajes. Este lugar es rico en recursos para un turismo hogareño, donde las personas abren sus casas para turistas y estos comparten las vivencias del día a día de los pobladores del lugar” finalizó.
Para finalizar la nota, Leonardo invita a que todos que conozcan sus productos a través de su teléfono 098 687 840 como también por su red social de Facebook, Leonardo Vial – Viento Norte.