Estuvo en Tacuarembó el famoso “voto 50” de la Cámara de Representantes. Se trata del ex diputado del Frente Amplio, Gonzalo Mujica, dirigente que se animó a denunciar a su fuerza política y a votar las comisiones investigadoras que tratan algunos presumibles casos de corrupción.
Durante su estadía en Tacuarembó, Mujica se reunió con el intendente Eber Da Rosa y cada día se acerca más al Partido Nacional.
Escribe: José Esteves
¿Qué lo trae de visita por la ciudad de Tacuarembó?
Decidimos comenzar una gira por el interior del país para mantener un dialogo con la ciudadanía y con algunos dirigentes políticos sobre algunas cosas que nos tiene muy preocupado: la primera de ellas comenzar a pensar en un cambio del gobierno en el 2019, algo imprescindible y que el país necesita.
¿Con dirigentes de qué Partidos políticos está conversando usted?
Con los dirigentes de la oposición y con muchas personas que están descontentas con el Frente Amplio. Sabemos que hay mucha gente desencantada que hoy figuran en las encuestas como indecisas, pero que están tratando de encontrar en la oposición una apuesta atractiva para dar un salto y un movimiento que es muy doloroso para personas que han votado siempre a otro Partido.
Cuando me enteré que iba a tener la posibilidad de entrevistarlo comencé a indagar un poco y me encontré que cuando usted era diputado por el Frente Amplio, en su despacho habían solamente dos cuadros: uno de Aparicio Saravia y otro de Leandro Gómez, dos caudillos del Partido Nacional. ¿Me lo puede explicar?
Si, es así, los Mujica somos blancos de origen, e incluso el ex presidente José Mujica tenía en su despacho en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, un busto de Leandro Gómez y yo tenía esas dos figuras en mi despacho porque se lo había prometido a mi padre, porque él me formó con esos ideales de niño y joven. De todas maneras lo más importante es construir una alternativa viable y que le de seguridad a la gente sobre lo que va a votar en el 2019, porque los indecisos tienen que saber que le ofrecemos.
¿Y cómo se puede construir esa estrategia?
Creo que se debe cumplir con un acuerdo político entre todos los sectores políticos para darle la certeza de que algunas políticas públicas no tendrán variantes dependiendo de quién gane la elección. Una vez que ganemos el gobierno debemos llevar adelante esas políticas, en el marco de un acuerdo que debe ser público y fuera del tiempo electoral.
¿Qué temas abarcaría ese acuerdo entre los Partidos Políticos de oposición?
Estoy hablando de salud, educación, seguridad ciudadana, relaciones internacionales y me estoy encontrando en mi gira que hay departamentos que tienen interés de ingresar otros temas a ese acuerdo, entre ellas las políticas de frontera y de navegabilidad de los ríos, temas interesantes que pueden ser incorporados.
¿En el momento que expresas cuando ganemos las elecciones, a qué te refieres?
Hablo de la oposición, y hoy las encuestas nos muestra que el Partido Nacional tiene una amplia mayoría y oportunidades de ganar las próximas elecciones. Yo trabajo para cambiar al gobierno y creo que existe una supremacía amplia del Partido Nacional, lo veo ganando en segunda vuelta, pero gane quien gane, no tendrá mayoría en el Parlamento sin acuerdos previos, y esos acuerdos deberían hacerse antes de las elecciones, incluso antes de la primera vuelta. Ese acuerdo debería ser público y por escrito para presentárselo a la ciudadanía.
¿Qué temas son los necesarios que deberían discutir los Partidos Políticos para realizar ese acuerdo?
Tenemos que discutir antes de asumir en el gobierno temas de contenido muy importante, entre ellos qué vamos a hacer con las escuelas públicas, con los liceos, con la universidad, con la UTEC, con la salud pública y con la seguridad ciudadana, y no debemos discutir si el candidato es hombre o mujer, si tiene poco o mucho pelo, o si tiene 50 u 70 años de edad.
¿Con qué país te estás encontrando durante tu gira por el interior? ¿Es con ese que marcan las estadísticas con crecimiento económico o estás viendo otra realidad?
No, he recorrido cinco departamentos en donde las cifras de desocupación son el doble que la estadística nacional. He visto que los empresarios están fundidos, en números rojos y con costos fijos inaguantables, con una presión tributaria exorbitante y me estoy encontrando con una clase media castigada para sostener una superestructura Estatal impresionante. La realidad no es la de las cifras, sino la que vemos, hay departamentos con 17% de desocupación y Rivera con el 57% del trabajo precario y podría seguir porque las empresas no tienen rentabilidad, estamos en un país que crece, pero que no genera empleo y en el cual crece la desocupación, es inentendible.