Este 13 de Marzo se cumple 1 año del inicio de la pandemia en nuestro país y la declaración de emergencia sanitaria.
Así era anunciado a través de presidencia de la República:
«El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, anunció este viernes 13 la declaración de la emergencia sanitaria por coronavirus, luego de la
confirmación de cuatro casos en Uruguay. Se procederá al cierre parcial de fronteras, cuarentena obligatoria a pasajeros de países declarados de riesgo,
prohibición de descenso de cruceros y suspensión de espectáculos públicos, además de la asistencia a centros educativos».
La vida cotidiana de los millones de personas cambió radicalmente, al no poder visitar a sus adultos mayores, al tener restricciones de traslado, al compatibilizar las labores de enseñanza, las tareas del hogar y trabajo dentro de sus casas, al ver suspendidos sus contratos, seguros de paro o perder sus trabajos.
Al tener que dejar de saludarse con la mano, besos o abrazos como antes. Esta nueva realidad, con la que hemos tenido que aprender a convivir, ha tenido consecuencias más allá de lo sanitario, transformando hábitos y comportamientos cotidianos de las personas.
La nueva normalidad ya ha llegado, pero ¿cómo estamos asumiendo los cambios? Mientras el coronavirus se ha expandido a gran velocidad, a las personas nos ha costado tiempo adaptarnos a la situación.
Estudios explican que los comportamientos sociales no se pueden cambiar tan rápido.
Hemos tenido que adoptar la utilización del tapabocas y vivir a cara semitapada con todo lo que eso implica.