(PN) – Dr. Gustavo Martínez
Se sigue generado desde filas de la fuerza política de gobierno, la falsa oposición o dicotomías entre derechas e izquierdas, con discursos fáciles, muchas veces cargados de demagogia. Se tilda a los ciudadanos de otras filas políticas, estigmatizándolos, pretendiendo posicionar a la gente; si estás de este lado, te transformas en un hombre bueno, santo, inmaculado, progresista y estás del lado de los que procuran el bien.
Por el contrario, si ese mismo ciudadano, piensa y está en otra posición es derecha, es corrupto, protege los grandes intereses, etc. Esa estrategia se lleva adelante porque les ha dado resultado electoral, esa estrategia es procrear una variedad tan engañosa como confusa. Desde nuestro punto de vista, los desafíos de la democracia, conjuntamente con la misión y visión del Estado de nuestros tiempos, es procurar poner en pie de igualdad la concepción de la pluralidad, rechazando y desterrando la falsa dicotomía. La sociedad está en una situación cada vez más compleja por fenómenos de naturaleza multiicausal; pretender hoy, con simplismo, la contraposición de derechas e izquierdas; enfrentar a la población es lisa y llanamente simplificador y de pobre análisis.
¿Cuál es la razón por la que se pretende seguir en ese camino? Vino desde cuadros universitarios, formados durante décadas, con perfiles claramente delineados. Hasta ahora les ha dado resultado, se le han sacado mucho jugo, se ha logrado mantener el poder. Con ese pensar, hoy se comienzan los primeros pasos de tiempos electorales; esos procedimientos, los debemos desnudar y rechazar.
Note el lector, que los Partidos Políticos mayoritarios en la vida nacional, han experimentado la acción de gobierno (por supuesto que con el mayor respeto a los Partidos de menor expresión electoral, hasta la fecha) el Partido de Gobierno, que en definitiva, es la fuerza política que ha generado esa dicotomía, ya no está virgen, ya no puede escudarse en que le den la oportunidad, porque hace 14 años que gobierna el país.
Se terminaron las togas impolutas. Se hace necesario para la democracia un fuerte sinceramiento y reconocimiento público, entre otras cosas, quienes pasaron décadas generando la falsa idea de buenos de un lado y malos del otro, infelizmente, y muy a pesar de todos los uruguayos, por primera vez en la historia nacional, debieron hacer renunciar al vicepresidente de la República por comisión de delitos.
En consecuencia, ¿de qué buenos de un lado y malos del otro pueden hablar? Hoy más que nunca, las diferencias filosóficas o políticas deben ser un aliciente para la democracia, si se ejerce en un ambiente de tolerancia y respeto por la opinión del otro.
Poniendo verdaderamente por delante, la pluralidad, la libertad, la igualdad, como pilares esenciales de la democracia, así, estaremos abonando el carácter esencialmente democrático que la Constitución le ha dado a nuestro Estado.