Sin duda que cuando comenzó la campaña electoral, el Partido Nacional realizó las promesas habituales, que se repiten cada año.
«No haremos esto, no haremos el otro», pero cuando las papas queman obvian el palabrerío y dan vuelta el sillón mientras pasa la tempestad.
En un artículo que hemos leído, expresa: «Uruguay tiene los precios de combustibles más altos de Latinoamérica. Uruguay tiene los precios de combustibles más altos de la región latinoamericana, ya que el valor de la nafta (gasolina) por litro en dólares estadounidenses es de US$1,62, seguido de Jamaica en la segunda posición: en esta isla caribeña se comercia el litro de gasolina a US$1,268.
Y el petróleo baja y los combustibles suben. Por lo que reflejamos en esta nota, palabras del senador nacionalista Da Silva que apunta a «una verdadera
reforma estructural», mientras que el líder de Cabildo Abierto propuso hacer una ley entre todos los partidos y llevarla a consulta popular.
Nos parece correcto que legisladores de la coalición propongan una nueva normativa para liberar la importación o bien como lo maneja Manini en
la posibilidad de ir a un referéndum que defina la política de combustibles.
¿Seguimos con más de lo mismo y pagamos los platos rotos? O hacemos la diferencia y probamos una nueva estrategia, sin duda que la opción que
maneja Sebastián Da Silva de presentar un proyecto de ley que tiene como objetivo permitir la libre importación de combustibles, es lo más acertado.
«Estamos terminando de redactar con el senador Coutinho, lo vamos a presentar el 15 de octubre, que son los 90 años de Ancap, de forma tal de contrastar los dos modelos de país: el país que defiende un monopolio vetusto y anacrónico, y los que queremos una verdadera reforma estructural en el Uruguay», dijo
en rueda de prensa Da Silva.
Por su parte Guido Manini Ríos remarca que «hay que tomar todas las medidas necesarias para que el combustible no suba, hay un costo excesivo del combustible que merece un análisis profundo». Pero más que análisis, deberían de evitar tapar agujeros con el precio del combustible. En un país
como el nuestro, ¿tener el precio del combustible como es el actual?.
Consultado sobre cuáles son esas «soluciones mágicas», explicó que se refiere a «cuando se habla de que la gran solución es la libre importación del
combustible». «Si a ese combustible libremente importado le cargamos las mismas cosas que se le cargan al combustible que sale de la refinería, seguramente el precio no variará mucho.
Hay que ir sobre los aditamentos que tiene, desde la tasa impositiva, desde el fideicomiso del boleto – que hay que mantenerlo, pero quizá no pagado por
el combustible- desde tasa por transporte peligroso, la cadena de distribución, que puede ser modificada. Hay una serie de componentes que van después del combustible», explicó.
Pese a estas críticas, Manini consideró que si se asegurara que la libre importación «va a significar una baja efectiva y en el tiempo», la podría apoyar.
«Pero a mí me gustaría aprobar una ley entre todos los partidos, porque esto tiene que ser un tema de Estado, no puede ser algo de medio país y que el otro
medio esté en contra (…). Una ley de todos los partidos, seria, sobre la apertura del mercado de los combustibles y que se lleve a referéndum, que el pueblo ratifique esa ley», afirmó.
El senador recordó que ya hubo un referéndum sobre Ancap y que «la gente se expidió en contra de medidas de ese tipo». «Creo que al pueblo uruguayo no hay que enmendarle la plana, hay que volverlo a consultar si realmente quiere ahora abrir la importación de combustible y si lo quiere, vamo arriba», dijo.
Y para colmo «no se descarta» que los ajustes se hagan cada 60 días, ya que la legislación vigente lo permite.