Edil Partido Nacional, Jorge Rodríguez
El llamado Proceso Tabarez lleva 12 años, casi el mismo tiempo que lo que podríamos llamar el Proceso Progresista, mientras uno lo podríamos catalogar de exitoso el otro, el que nos afecta a todos, es un rotundo fracaso.
Cuál es la diferencia principal? La selección la integran hombres ricos, cuya riqueza es fruto de sus habilidades y esfuerzo y nadie les impone que hacer con ella. No hay impuestos, y tampoco se le quitan para mantener a otros jugadores con menos éxito, es más, en cada partido que ganan son más ricos. Quien la dirige los educa, los organiza y sobretodo los hace trabajar en equipo, dirige un grupo donde juega el mejor y punto. Ahí la clave. Le coronamos el éxito, los festejamos y lo disfrutamos. Nos une.
Si trasladamos esa realidad del entorno de la Celeste a nuestra sociedad veremos una realidad totalmente diferente. El proceso Progresista castiga el éxito, demoniza ser rico y se sirve de su dinero para mantener a los que no trabajan y no quieren hacerlo, o permite que los sindicatos sean cogobierno.
Este proceso nos endeuda, no nos educa, no nos protege y no trabaja en equipo porque tampoco pone al mejor en cada puesto. Nos divide, ensancha la grieta social, fogonea la lucha de clases prohibiendo jugar en equipo. Así el equipo República Oriental del Uruguay no fusiona, no clasifica como sociedad saludable. En pocos meses veremos cómo nos comportamos y que Proceso elegimos.
El tejido social se agotó. La familia uruguaya se ha dividido, se cuentan los muertos todos los días la mayoría son rotulado por la Policía Ajustes de Cuenta.
No nos interesan los culpables de esta situación si viene antes o después producto de esta última época, lo cierto es que la sociedad uruguaya ha sido atacada por un grave flagelo, bueno sería que todos tomáramos conciencia de esta crítica situación a los efectos de tomar medidas para enfrentar la misma.