Como es de costumbre, desde ya hace más de 30 años, culminó la tradicional Fiesta de la Patria Gaucha.
Escribe: Saulo Díaz – Edil del Partido Socialista – Frente Amplio
Este evento comenzó un 18 de diciembre de 1986, cuando la Junta Departamental de Tacuarembó aprobó el informe elevado por la Comisión de Cultura, Turismo y Deportes que tenía como objetivo resaltar la figura del Gaucho en nuestro Departamento mediante la participación de representantes y distintas sociedades nativistas de nuestro medio.
Desde pequeño tuve una estrecha relación con el campo, viviendo y trabajando activamente en el medio rural donde desempeñé varias actividades – sociales, deportivas y políticas, entre otras- y ese asiduo contacto con la campaña incidió en mi inclinación por realizar y profundizar mis estudios en el área agropecuaria.
Por lo anterior, debo confesar mi alegría y satisfacción con el espíritu que pretende difundir esta fiesta.
Sin embargo debo decir que desde un tiempo hasta esta parte, dicha Fiesta se ha desvirtuado de tal manera que en la actualidad priman los intereses comerciales y las actitudes de tinte clasista.
Es bueno resaltar -y recordar al mismo tiempo- los precios de las entradas resueltos por la Comisión Organizadora,tanto generales para entrar al predio como para ver las jineteadas y otras actividades camperas en el Ruedo.
El valor de las entradas se discriminaron de la siguiente forma: jueves $200, viernes y sábado $250 y domingo $200.
En lo cuando al precio de las gradas para elRuedo, elmiércoles y jueves gratis, viernes $100 y $120 -según el sector- ysábado y domingo $230 y $280 -según el sector.
Es claro que dichos montos fueron muy elevados, para una fiesta que dura 4 días y por tanto no se espera una participación masiva de los vecinos y vecinas de Tacuarembó junto a su familia.
Tomando como ejemplo los números anteriores, podemos decir que el día Sábado, una “familia tipo” de 4 integrantes que pretendapresenciar todas las actividades previstas necesitaba$1.920para asistir solamente a ese día, y ni hablar de tomar algún refresco o comprar algo en los Stands. Además cabe resaltar que en la cuenta anterior, no sumé el precio de las sillas llamadas “VIP”–con un estilo tipo “gallinero de campaña”, que buscaba separar a los “que podían pagar” del resto, y que costaban $150 por persona, totalizando unos$600más para adicionar a la cuenta anterior, por lo tanto la suma total oscila, por familia los $2.520ese día.
Es así que miles de vecinos y vecinas de Tacuarembó y sus familias tal vez nunca podrían asistir -ni siquiera un día- a este evento que pretende ser símbolo de nuestro Tacuarembó, pero que de alguna manera excluye de forma directa a los más humildes de nuestro departamento.
Pero mi reacción fue de total asombro, cuando escuché en un medio local de radio a un connotado integrante de la Comisión Organizadora justificar el precio alto de las entradas por una cuestión “de filtro”.Esta persona decía con claridad y sin tapujos que los asistentes a la Fiesta se debían “filtrar” por medios del monto de las entradas.
Fue un comentario lamentable (por no decir despreciable) de tinte clasista y que apunta a la exclusión de una gran parte de la población de nuestro departamento, en particular a los propios paisanos, que aportan y forman parte de la gente que lleva adelante este evento.
Existe una imagen muy peculiar y que revela la verdadera realidad de muchas de las familias trabajadoras que asisten a la Patria Gaucha el día miércoles,ya que es gratuito.
Allíuno se encuentra conlas familiashumildes caminando por los alrededores de la “Laguna de las Lavanderas”, observando detenidamente los rancheríos construídos en las nutridas Aparcerías, los padres con mate y termo bajo el brazo y sus pequeños hijos que llevan en sus manos una botella de plástico -de la marca de la gaseosa conocida- pero que contenían agua de la canilla. Lo que parece una simple historia, devela claramente la realidad de las familias humildes, que ven y sienten de corazón a la Patria Gaucha como una fiesta popular.
Analizando estos acontecimientos intento reflexionar acerca del cometido de la fiesta, los verdaderos criterios que incentivaron a sus creadores, el de rescatar la cultura de nuestro pueblo, el de cultivar y exaltar la imagen del gaucho y su historia, además de la difusión y demostración de las habilidades camperas a través de las competencias gauchas denominadas «criollas» y también la muestra de los diferentes rancheríos o estructuras camperas, que notablemente las diferentes aparcerías exponen año a año, gracias al esfuerzo de los propios paisanos que pretenden ser “filtrados” para disfrutar el evento.
Entonces, ¿porqué no profundizar y trabajar más en los motivos primordiales que promueven esta fiesta? ¿Porqué cada vez se mercantiliza más y se intenta que sea una fiesta exclusiva para unos pocos?.
Según un integrante de la Comisión Organizadora“la fiesta se financia con el valor de la entrada, la venta de espacios comerciales, publicidad, apoyo de organismos estatales, venta de entradas”, y «si la cosa va mal, la Intendencia se hace cargo».
Entonces tomando en cuenta las palabras anteriores vertidas por uno de los integrantes de la comisión –publicado por el Diario el País- no entiendo porqué se pretende dejar afuera a una porción importante de vecinos y vecinas de nuestro departamento a través de “un filtro”, siendo que éstos son los que pagan parte de esta fiesta aportando de manera directa o indirecta, millones de pesos año a año, ya que esta fiesta -dicho por sus propios organizadores- ha dado déficit en varias oportunidades.