Diputado Edgardo Rodríguez (Frente Amplio).
“Si no es por la lucha del pueblo, hoy estaríamos con la inundación en puerta, ¡¡Demagogos¡¡”
Frase vomitada en las redes sociales, cuya autoría pertenece a un profesional universitario de San Gregorio, empleado de la Intendencia que, se dice, desempeña su tarea mediante “correos electrónicos”. Es “asesor” del intendente, y desde el 95 cobra su sueldo “teletrabajando”, a “distancia”. Moderno el hombre.
Pues bien, ese “asesor” y el dueño de un hotel (que hasta radio propia tiene), encabezaron, junto a otros ciudadanos, una movida y juntada de firmas en contra de la cota 81. Las firmas al parecer se las entregaron al intendente y de sus manos pasarían a Presidencia de la República. Hasta el momento han sido infructuosos nuestros esfuerzos por saber en qué lugar de Presidencia están los benditos papeles firmados.
LA FAMOSA COTA 81
UTE, desde hace 70 años, en muchos períodos de tiempo tiene el nivel del lago por encima de los 80 metros. Más precisamente lo tiene en 80,70 metros, durante por lo menos, el 30% del tiempo. Por encima de los 81 metros, UTE debe liberar el agua porque de lo contrario hay riesgos en la Represa de Rincón del Bonete.
Por supuesto que el nivel 81, o más precisamente el nivel 80,70, está muy lejos de “inundar” San Gregorio. No llega siquiera a cubrir toda la arena, sobretodo en la zona de la península, frente al segundo camping y en delante. Inundación, lo que se dice inundación de San Gregorio, se dió hace ya unos cuantos años cuando el agua llegó al puesto que la Intendencia tiene a la entrada del camping, para registrar a los usuarios del mismo.
LA PLAYA
La playa de San Gregorio es la cédula de identidad del lugar. No es lo único. Pero es fundamental. Es preciosa, y fue espectacular. Hablar de la playa es hablar de disfrute para quienes podemos ir y es hablar de generar recursos y trabajo para San Gregorio.
Desde el que vende unas empanadas y se rebusca con unos pesitos durante la temporada a los dueños de hoteles, hostales y casas para alquilar, todos, de una manera u otra, tienen a la temporada de playas como el puntal de los ingresos al pueblo. Y eso hay que cuidarlo.
En esta campaña veraniega, contra la “cota 81” se utilizaron todo tipo de argumentos que, en general, iban hacia un concepto: se iba a destruir todo, no quedaría nada de playa , se afectaría gravemente el ambiente, se inundarían amplias zonas y sería, al fin, la “muerte” de San Gregorio.
Felizmente vivimos en un país democrático y libre. Y todas las movilizaciones y movidas son bienvenidas. De una u otra manera nos hacen pensar. Eso no quiere decir que no podamos analizar lo que se plantea.
DOGOMAR
Dogomar, con más de 60 años, sigue trayendo arena que vende para la construcción. La junta en la costa del lago del lado de Durazno, la carga en bolsas de plastillera, a pulso, luego en el bote y de ahí a San Gregorio.
Todos los días. Habría que hacerle un monumento. Pregunten por él y conversen. Pidan que les cuente cómo era la playa, cómo los arenales, cómo la flora y qué tipo de plantas y de árboles había y también, cómo se fue destruyendo todo ese rico patrimonio.
Solo un dato: rumbo a la península, por encima de la duna de arena, se construyó un camino; en una parte que no tiene más de 15 metros de ancho y donde casi no se observa arena, hace 30 o 40 años, había arenales de 3 cuadras de ancho. Aún queda arena y queda playa, pero lo que se ha perdido es incalculable.
Por muchas razones, una de ellas: el nivel del lago ha jugado su papel sí. Pero ha existido también, y principalmente, una total ausencia de cuidado. Por el contrario, se han hecho cosas para destruir las dunas y la playa.
Se han hecho y se hacen. Vimos con nuestro propios ojos cómo se deja circular autos 4 por 4 y cuatriciclos por encima de las dunas; la rambla, que quedó muy linda para andar sobre ella y le ha dado un enorme valor a los terrenos, eliminó un kilómetro de playa y lo poco que quedó, está lleno de piedras que salen continuamente de la obra.
UTE EL MAL VECINO
Fue otro de los conceptos. Siempre la relación UTE – San Gregorio ha sido de tensión. El sueño sería tener el nivel del lago ni muy alto ni muy bajo. Pero ese sueño choca con la realidad de un río que tiene 3 represas, que forman un sistema entre ellas y que además es afectado por el nivel de aguas –y de lluvias- por ejemplo, del Río Uruguay.