La derecha se ha transformado en “especialistas en negar avances”. Hace poco más de una década, la posibilidad de que el Frente Amplio ganara el gobierno nacional agitaba todos los fantasmas. El establishment hacía correr el rumor que si triunfábamos los inversores desecharían a Uruguay y el país colapsaría.
Edil del Frente Amplio, Julio Brunel
La historia es conocida por todos: ganamos pero el fantasma de la debacle nunca se hizo realidad. Cada uno de los pesimistas augurios opositores fue desmentido por la realidad: nuestro país logró la década más dinámica de su historia.
Ahora es tiempo de consolidar lo avanzado como base para seguir mejorando en distribución, expansión comercial, generación de trabajo de calidad, salud, educación, cuidados, vivienda.
En materia de salud por ejemplo, hoy, a 10 años de la Reforma, es necesario contribuir al conocimiento público sobre sus dimensiones contextuales, logros y desafíos por delante. A grandes trazos, hemos logrado: mejorar la accesibilidad a los servicios de salud públicos y privados, con cobertura universal y solidaridad en el financiamiento a través del Seguro Nacional de Salud; mejorar sustancialmente todos los indicadores de salud de la población: reducir la tasa de mortalidad infantil y aumentar la expectativa de vida; mejorar las instalaciones sanitarias, con nuevas estructuras edilicias, mejores condiciones de trabajo y salarios del personal de salud, y la incorporación planificada de nuevas tecnologías sanitarias.
Todas estas propuestas dan cuenta de gobiernos que están cambiando injustas realidades que el país arrastró por décadas. Y eso genera apoyos así como fuertes resistencias.
Pese a la catarata de malos augurios y títulos sensacionalistas que intentan crear sensaciones de crisis, las buenas noticias persisten y continúan marcando un moderado optimismo avalado en varios indicadores económicos y sociales que mejoran año a año.
Afortunadamente podemos decir que no fue solo una golondrina que hizo el “verano” porque seguimos teniendo buenas noticias y manteniendo el rumbo correcto generando confianza y certidumbres, pese a que nuestros vecinos siguen con problemas de recesión.
Se concretan 12 años consecutivos de aumento de salarios y pasividades por encima de la inflación, lo que representa un 60% de aumento real promedio sobre los ingresos de trabajadores y pasivos. Pasividades que arrancaron muy bajas en el inicio de los gobiernos progresistas debido, la mayoría de ellas, a que no existía un control sobre las patronales que tenían a sus trabajadores “en negro” y cuando estos iban a iniciar sus trámites jubilatorios no tenían los años reales de aportes.
Hace pocas semanas nuestro Ministro de Trabajo, maestro Ernesto Murro ante la consulta de un jubilado, informó que en estos doce años de gobiernos progresistas “las pasividades tuvieron un aumento de más del 50% en términos reales”.
Todo esto nos debe hacer pensar el porqué de los feroces ataques de algunos voceros de la oposición (o de las diversas oposiciones) y de algunos medios de prensa y algunos comunicadores que día tras días (y en algunos casos hora tras hora) muestran otra cara de la misma moneda, tratando de presentar la situación como de crisis terminal y exigiendo cambios de rumbo, por supuesto sin aportar mayores detalles de cual serían los proyectos de país que deberíamos adoptar pese a que este rumbo fue ratificado por la ciudadanía en tres elecciones consecutivas.
Tenemos por delante un año clave para el futuro. Por eso hoy más que nunca debemos ratificar el rumbo y de acuerdo a como sopla el viento (a favor o en contra) tener las velas correctamente desplegadas. Combinando prudencia y audacia avanzamos paso a paso, consolidando los logros de estos 12 años, evitando mayores efectos para los sectores más vulnerables y preparando al país para un nuevo ciclo de mayor crecimiento con equidad e inclusión. Debemos profundizar en esta senda de gobierno que ha hecho posible aumentar ingresos, distribuir, auspiciar el desarrollo e invertir en políticas sociales como nunca antes se había hecho en nuestro país. Claro está que cuando más avanzamos más arrecian los palos de la oposición, porque cuanto más avanzamos más lejos están de volver a ganar una elección.
Por eso es que tergiversan y alimentan un estado de ánimo negativo, y no reconocen ni una buena. Hasta está intentando desacreditar la llegada de UPM a Paso de los Toros en aras de una estrategia de “cuanto peor, mejor” sin pensar en lo que es bueno para el país, sino cuidando “la chacrita”.
Estamos en el camino correcto, queda por hacer, pero se ha hecho mucho, con errores y con aciertos, corrigiéndolos, hablando con la gente, preocupándonos por los que menos tienen y manteniéndonos en esta senda, seguramente continuaremos haciendo un país cada vez mejor para todos los uruguayos.