¿Es la vacuna el fin de la pandemia de coronavirus? La pregunta es común a todos los ciudadanos del mundo y, al parecer, está cerca de develarse.
Montevideo, 23 jul.- El primer antiviral podría ver la luz en septiembre u octubre de este año, aunque su distribución generalizada sería a mediados de 2021.
Así lo informó la farmacéutica británica AstraZeneca en un comunicado donde también se comprometió a elaborar 1.000 millones de dosis.
La investigación tiene tres fases: la primera, que evalúa seguridad del fármaco en adultos y jóvenes; la etapa 2, encargada de determinar las dosis que corresponden a cada caso; y la fase final, que certifica su eficacia.
El de AstraZeneca, ejecutado en colaboración con la también británica universidad de Oxford, es el único de los casi 150 proyectos existentes que
está en la última fase de investigación. Del total, otros 16 estaban en fase clínica (dos) al momento de escribir esta nota.
Rusia, China, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania son las principales naciones que trabajan en una vacuna. El aporte de Latinoamérica es, hasta ahora, ser un caliente laboratorio que ya cuenta más de cuatro millones de casos y camina hacia las 168.000 muertes. En otras palabras, un sitio ideal para probar la vacuna antes de salir al mercado.
Según el coordinador de la comisión de vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología, Ricardo Rüttimann, el antiviral ya podría existir.
«Nos quedamos un poquito dormidos cuando desarrollamos medicinas o vacunas para el SARS 1 (2002) y el MERS (2012), porque esas enfermedades quedaron limitadas a una región y no se pasó a fase 3, pero el virus después cambió y supo cómo transmitirse más fácilmente», indica el especialista a Sputnik.
ENSAYOS CLÍNICOS
Mientras el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, actualmente con covid19, hace gala de su histrionismo para promocionar sin tapabocas la hidroxicloroquina, miles de sus connacionales ponen su cuerpo en ensayos clínicos de al menos tres investigaciones.
Unas 5.000 personas en Brasil comenzaron a probar la AZD1222 de AstraZeneca, elaborada a partir de adenovirus de chimpancé y que ya demostró presencia de anticuerpos y linfocitos T, aunque las personas probadas aún no estuvieron expuestas al virus.
El fármaco también se probará en Chile, según anunció el ministerio de Salud de ese país.
Rusia, por su parte, ha desarrollado hasta el momento tres medicamentos para el tratamiento de pacientes infectados con el nuevo coronavirus: el Coronavir, de la farmacéutica R-Pharm, el Avifavir, desarrollado por el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RFPI, por sus siglas en ruso) y el grupo farmacéutico ChemRar, y el Areplivir, de la farmacéutica rusa Promomed.
Colombia, Brasil, Panamá y México son algunos de los países de la región que mostraron interés en el Avifavir.
Además, el Ministerio de Defensa de Rusia informó días atrás que se habían completado los ensayos clínicos de una vacuna contra el coronavirus y los resultados de las pruebas disponibles muestran claramente que los voluntarios vacunados obtuvieron la inmunidad.
La otra fórmula que demostró avances exitosos es la de la firma china CanSino, que se elabora con un adenovirus de origen humano, y será inoculada a 1.000
voluntarios residentes en Brasil cuando llegue a la fase 3.
El laboratorio Pfizer es otro que prueba a voluntarios en Brasil y también en Argentina, donde el presidente Alberto Fernández presentó el fármaco junto a la empresa y anunció el inicio de los test de fase 2 para principios de agosto.
México también participa con cuatro proyectos de investigación para encontrar la vacuna contra el covid-19, uno de ellos encabezado por el
Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México.
DISTRIBUCIÓN
Para Rüttimann, Latinoamérica no quedará relegada en la carrera por conseguir dosis.
«La OPS (Organización Panamericana de la Salud) tiene muchas iniciativas para que la región no quede muy atrás en el acceso a la vacuna o las
vacunas, porque sería importante tener varias vacunas», advierte el infectólogo, y arriesga que «más de una va a estar para considerar antes de fin de año para los grupos de riesgo y los trabajadores de la salud».
Existe un compromiso acordado entre muchas farmacéuticas y la Organización Mundial de la Salud que indica que, mientras el coronavirus sea una pandemia, no se pude lucrar con estos productos. Las compañías tienen que venderlo al costo y, de momento, no hay evidencia de que esto retrase el desarrollo.
Sin embargo, varias corporaciones admitieron que en caso de lograr el antiviral buscarán un plusvalor más allá de las ganancias que ya han registrado en el mercado bursátil.
«Las vacunas han generado soluciones definitivas para algunas enfermedades: erradicaron la viruela y nos liberaron de la polio», recuerda Rüttimann.
«Los coronavirus son un montón y la vacuna va a ser una solución probable para el covid-19 pero, como siempre, el virus va a cambiar y desde el punto de vista de su instinto va a seguir generando enfermedades infecciosas», agrega.
El mundo seguirá girando y la nueva normalidad no estará exenta de nuevas pandemias, por lo que la mejor (y más económica) vacuna seguirá siendo la conducta personal.
(Sputnik)