El método del plato de Harvard es un gran aliado para todas aquellas personas que se preocupan por su alimentación. Si aún no lo conoces o
si quieres saber más sobre él, en este artículo aprenderás qué es y cómo puedes aplicarlo al preparar algunas comidas.
¿Qué es el método del plato de Harvard?
El método del plato es un método para comer de forma saludable creado por expertos nutricionistas de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Su objetivo es organizar el plato de comida de la forma más saludable posible. Para ello, es fundamental controlar las raciones y elegir ingredientes de
calidad. Para ponerlo en práctica debes dividir tu plato en 3 partes:
· La mitad del plato debe contener verduras y hortalizas crudas, como ensaladas, tomate, zanahoria, pepino…, o cocidas, como judías verdes, brócoli, coliflor, acelgas o berenjena. De esta forma, garantizas la ingesta de ingredientes ricos en agua, vitaminas, antioxidantes, minerales y fibra. Además, son alimentos bajos en calorías.
· Un cuarto del plato debe contener proteínas. Elige proteínas de alta calidad: legumbres (lentejas, garbanzos, alubias, soja y sus derivados…),
huevos, pescados blancos o azules y carnes magras. Evita las carnes procesadas como el embutido, el bacon y las salchichas.
· El cuarto del plato restante debe estar compuesto por carbohidratos, como los del arroz, la pasta, la quinoa, la patata, el boniato, el trigo
sarraceno o el pan integral, entre otros.
Es mejor dar preferencia a los cereales integrales, ya que aportan más fibra y son mucho más saludables que los refinados.
Además, es importante que sigas estos consejos:
· Incluye grasas saludables: aceite de oliva, aguacate o frutos secos.
· Para beber, lo mejor es el agua. Recuerda que no solo hay que beber agua durante las comidas. Es importante mantener una buena hidratación a lo largo del día.
· De postre, la mejor opción es la fruta fresca. Destierra los falsos mitos que apuntan a que la fruta de postre es indigesta o engorda. No importa
a qué hora del día la tomes. ¡Puedes comer fruta a todas horas! También puedes añadirla a las ensaladas. ¡Y mejor si la eliges de temporada!
En algunas ocasiones, también puedes elegir como postre algún lácteo sin azúcares añadidos: yogur natural, queso batido, kéfir o yogures vegetales no azucarados.