Las arrugas son unos pliegues que se forman en la piel. Generalmente su presencia está relacionada con el paso del tiempo y la edad, pero también otros factores externos aceleran su aparición: exposiciones prolongadas a los rayos UVA y al sol, abuso de maquillaje, consumo de tabaco y alcohol, así como una
mala alimentación o un descontrol de las horas de sueño.
Si bien es cierto que el factor genético es importante, éste puede retrasarse.
Asistimos a cómo muchas personas insisten en mantener una apariencia joven y por eso recurren a la cirugía estética para eliminar estas señas del paso del
tiempo; sin embargo existen trucos caseros que funcionan como tratamiento antiedad y que suponen cierto ahorro económico antes de acudir al médico.
LA MIEL
La importancia de la miel como antiarrugas encuentra su prueba en la cantidad de productos que han incorporado jalea real en su fórmula. Se trata de uno
de los productos naturales con más aplicaciones cosméticas, incluida por supuesto sus ventajas para la piel. Sus combinaciones con otros ingredientes para
crear trucos caseros es bastante amplia y sencilla. Aquí recogemos algunas recetas del naturalista Txumari Alfaro:
·Pulpa antiarrugas de banana, miel y yogur: se pone en un frasco la pulpa de banana troceada, el yogur y la miel. Se bate bien hasta convertirlo en
una pasta.Y ya está lista. Para conservarlo mejor, se mete en la nevera. Este tratamiento se realiza, según Alfaro, dos veces al día, mañana y noche antes de
acostarse. Se aplica la crema sobre el cutis, se deja actuar durante 15-20 minutos y a continuación se lava la cara con agua tibia. La duración de los ingredientes es de unos 15 días.
·Pulpa antiarrugas de mandarina con esencia de rosa y miel: se echa en un frasco un mandarina machacada y una gota de esencia de rosa (disponible
en herbolarios). Se añade también la miel y se mueve todo hasta que quede una pasta lista para ser aplicada. Se cierra el frasco y se mete en la nevera para su
conservación. En este caso el tratamiento se realiza aplicando suavemente esta pasta sobre las arrugas de la cara y el cuello 2 veces al día, dejando actuar la crema entre 15 y 20 minutos y retirando con agua tibia.
USAR GAFAS DE SOL
Las arrugas en el contorno de ojos, si bien cuentan con un importante componente genético, pueden salir de forma prematura por culpa del sol. Por esa razón, usar unas buenas gafas evitará que guiñes los ojos por culpa de exceso de luz solar, y por tanto retrasará las primeras señales de arrugas en esa zona.
BEBER MUCHA AGUA
Tomar unos 2 litros de líquido consigue mejorar la salud de la piel, evitando así que se vuelva apagada, áspera y más propensa a la aparición de arrugas por
la pérdida de humedad. Estudios como el elaborado por el departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, con el apoyo del miembro del Comité Científico Asesor del Observatorio de Hidratación y Salud (OHS), Rosa María Ortega, insisten en que una correcta
hidratación repercuten en todo el organismo.
REÍR
Sí, has leído bien. Al reír ponemos en funcionamiento los músculos de las mejillas, de manera que estos se tonifican y tersan. Las mejillas se levantan y ello
ayuda a evitar la flacidez de esta zona del rostro.
LAS FRUTAS
¿Quién no ha oído hablar todavía del poder de las frutas para la belleza? La cantidad de vitaminas que contienen las hacen perfectas para realizar trucos caseros, desde mascarillas hasta zumos.
Contra la edad, lo mejor es recurrir a aquellas con más propiedades antioxidantes o los que contienen mucha vitamina A y C. La ingesta de aguacate, mango, naranjas, mandarinas, pera, ananá e incluso hortalizas como la zanahoria, resultan un apoyo perfecto para el mantenimiento de la piel. Además, el limón puede usarse junto otros ingredientes o en solitario como tratamiento antiarrugas también (aunque no demasiado recomendado para pieles secas).
AUTOMASAJES FACIALES
Para evitar las odiosas líneas de expresión en la frente o las comisuras de los labios, podemos proceder a realizar de vez en cuando pequeños masajes. En
el caso de la frente, colocamos los dedos índice y corazón en el nacimiento del cabello y estiramos hacia arriba presionando levemente, mientras
nuestros ojos miran hacia abajo. Se mantiene esa posición unos tres segundos.
Se trata de estimular la elasticidad de la piel, para así evitar el nacimiento de arrugas.
Clara Rodríguez Venzalá