El mundo del séptimo arte se estremeció al anunciarse los nuevos requisitos que buscan promover la diversidad en los premios Oscar.
La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas estadounidense publicó la víspera un nuevo código para las cintas que quieran optar por el galardón a la mejor película, que deberán incluir a mujeres, minorías étnicas, sexuales y personas con discapacidad.
Las obras deberán cumplir desde 2024 al menos dos de los cuatro estándares: la representación equitativa en la pantalla (actores, temas y
narrativas), en el liderazgo creativo y en el equipo de producción, así como en acceso y oportunidades en la industria, y en la distribución de la
película.
La normativa provocó polémica entre los cineastas, algunos creen que restringirá su potencial creativo, otros, en cambio, no ven nada peligroso en esta medida.
REMODELANDO EL ARTE
«A mí me parecen muy correctos y oportunos los esfuerzos que están haciendo la Academia y Hollywood hacia la inclusión. Es evidente desde
hace unos años tanto en las temáticas de las películas o también incluso en las series, como en la propia ceremonia», comentó a Sputnik el realizador uruguayo-argentino Raúl Pierri.
Al mismo tiempo, señaló que «hay una tensión con el punto de vista artístico. Para un creador, para un guionista, para un director, es un poco artificial imponerse que en la historia estén incluidos determinados sectores o determinadas minorías si realmente esto no corresponde con lo que exige la
trama o lo que exige la historia de lo que quieres contar. Eso me parece un poco forzado».
Para él, poner una exigencia así para premiar una película por su calidad no es lo más adecuado porque lo principal es la idea creativa y lo que
aporta la cinta.
«No se tiene que ver forzada por determinadas restricciones, la historia tiene que ser libre, la película tiene que ser libre», resaltó Pierri, director del
cortometraje La Inquilina. Para el periodista ruso y crítico de cine Kiril Razlógov, la nominación a la mejor película refleja la cultura en general, «que
es lo bueno y lo malo».
«Es lo mismo que fue en la URSS. Es un absurdo, todos sabemos cómo fue en la URSS cuando la calidad de una película se definía por la proporción entre los trabajadores y campesinos, etc.
Pero para el 2024, cuando las normas entren en vigor, mucho podría cambiar, vamos a ver», dijo el experto a esta agencia.
NADA CATASTRÓFICO
El historiador y crítico de cine Maxim Semiónov no ve ninguna catástrofe en las nuevas normas. «No creo que sea una gran catástrofe. En primer lugar, las normas no entran en vigor enseguida y la única cuestión es cómo se cumplirán estas reglas, si habrá una comisión o cómo se regulará»,
indicó a Sputnik Semiónov, guionista e investigador del Museo de Cine de Moscú.
«Antes de arrancarse los pelos y decir que ‘Dios, los LGBT, los nativos americanos, los afroamericanos y las mujeres conquistaron Hollywood’, tenemos que entender que la historia de Hollywood y la historia de los Oscar es en general la historia de la inclusión de cada vez más nuevos grupos de la sociedad
norteamericana en el proceso cinematográfico».
En este contexto, mencionó al pionero del cine afroamericano Oscar Micheaux, que empezó a filmar ya en la época del cine mudo, a principios
del siglo XX. Semiónov observa que las películas de Hollywood siempre se orientan al espectador y a la sociedad en la que se presentan.
«Para los estudios es importante que sus películas sean vistas, por eso siempre han sido sensibles a los cambios sociales. Ahora entendemos que la sociedad americana vive un serio proceso relacionado con el movimiento BLM (Black Lives Matter) y este proceso debe reflejarse de algún modo en el cine», añade.
Los cambios suceden no solo en la sociedad norteamerciana, indica, sino en el mundo entero y las nuevas reglas buscan «fijar el statu quo».
El efecto de la normativa podrá evaluarse solo dentro de cuatro años, pero no es causal que ya en 2020 aparezcan obras como la serie ‘Hollywood’, de Netflix, que imaginan un mundo sin desigualdad ya en los tiempos posguerra de la Segunda Guerra Mundial.
(Sputnik)