Uruguay presentó el martes el Centro de Innovación en Vigilancia Epidemiológica (CIVE), que funcionará dentro del Instituto Pasteur (IP) de Montevideo y pretende consolidarse como un «modelo» a nivel global en la prevención de futuras pandemias.
En el acto de presentación de la iniciativa, fruto de la cooperación internacional con donaciones de actores públicos y privados, el canciller uruguayo, Ernesto
Talvi, dijo que el centro colocará al país a la vanguardia de la prevención y la respuesta ante otras emergencias sanitarias mundiales como la actual
con la COVID-19.
«(Esto) significa que Uruguay apuesta al desarrollo científico, al sistema científico nacional, a los que trabajan en la ciencia con un Centro de Innovación en Vigilancia Epidemiológica que va aser modelo para la región y para el mundo en la prevención y neutralización de pandemias», destacó.
El canciller sostuvoque este hito demuestra que «Uruguay es más continuidad que cambio» y que el nuevo centro «va a ser un orgullo para el país».
Por su parte, el director del IP de Montevideo, Carlos Batthyány, expresó que el centro se propone desarrollar «herramientas tecnológicas» que permitan a los organismos rectores en vigilancia epidemiológica responder mejor ante una futura epidemia de la talla de la del coronavirus.
Esto se logra, añadió, bajo «el paraguas de una sola salud», que en este caso se concreta al proponerse el centro la identificación de patógenos que afecten a humanos y a animales.
A su vez, para Batthyány, el centro, que trabajará en las áreas de microbiología molecular, secuenciación genómica y automatización y robótica, deberá estar «alerta» y, en ese sentido, el trabajo conjunto es clave.
«Hay que tener buenos científicos, buenos equipa-mientos y sobre todo un trabajo mancomunado de todas las organizaciones académicas, organismos rectores, todos sentados en una mesa con un propósito común que sea que el Uruguay sea un país mejor, más natural, más saludable», indicó.
El CIVE es una creación en conjunto del IP de Montevideo con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y la Universidad de la República de Uruguay y ocupará un área de 150 metros cuadrados con un sector para investigación, desarrollo e innovación y otro para servicios tecnológicos.
El centro contó también con la aportación de embajadas como las de Reino Unidos, Francia o Estados Unidos y la simbólica donación de un pasajero del crucero Greg Mortimer, que quedó varado en Uruguay en marzo y que fue repatriado a su país mediante un corredor humanitario.
EFE