TACUAREMBÓ FÚTBOL CLUB
Desde que Tacuarembó dejó atrás la primera división en el año 2015, el conjunto rojo y blanco en los últimos años siempre estuvo comprometido para lograr la permanencia en la segunda división profesional, habiéndose salvado en más de una oportunidad, exceptuando el pasado martes.
Particularmente este descenso se concretó por las dos últimas campañas, habiendo quedado claro que fue un error de la comisión contratar a Pablo Tiscornia, que como entrenador no ha mostrado grandes atributos, sumándose a la llegada de Luís Duarte, quien pregonaba un juego defensivo, el cual no fue captado en ningún momento por el plantel.
A su vez en el 2019 terminó como orientador Julio Brunel, que buscó ser práctico, consiguiendo no solamente mantener la categoría, sino también rescatar unidades para la presente temporada.
En este año la entidad tacuaremboense debía sumar treinta puntos en las dos ruedas, teniendo hasta el momento veintitrés unidades, lo que ha determinado
el alejamiento del equipo rojo y blanco del profesionalismo. A nuestro juicio en otros momentos el actual orientador del elenco norteño, Amaranto Abascal, acertó en la llegada al club de jugadores como Diego García, e Ignacio De Arruabarrena, pero en el actual campeonato se equivocó, ya que solicitó futbolistas que no rindieron de la manera esperada.
Al mismo tiempo los problemas económicos que sigue teniendo Tacuarembó jugaron su papel preponderante, dado que Roberto Hernández, y Carlos
Muela solicitaron rescindir sus respectivos contratos, a raíz de que tuvieron mejores ofrecimientos.
Lo cierto que para regresar rápidamente al profesionalismo se necesita la ayuda económica de la Sociedad Anónima Deportiva, pues ha quedado claro que
realizando rifas, y distintos beneficios no alcanza para brindarle las comodidades que los deportistas profesionales necesitan.
También creemos que sería importante que las divisionales juveniles asciendan, dado que los chicos se acostumbrarían a competir frente a las mejores instituciones del país, pudiendo estar mejor preparados en el momento que les toque actuar en el plantel principal.
Naturalmente que el futuro de la institución está en las formativas, ya que quedó demostrado que contratar quince jugadores por certamen no trae buenos
resultados deportivos.