Este impacto supera más de tres veces al del consumo de alcohol y el agua no potable.
La contaminación por partículas del aire resta 2,2 años a la esperanza de vida media mundial, o un total de 17.000 millones de años de vida, en relación con un mundo que cumpliera las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según datos publicados este lunes por el Energy Policy Institute de la Universidad de Chicago (Estados Unidos).
Este impacto en la esperanza de vida es comparable al del tabaquismo, más de tres veces al del consumo de alcohol y el agua no potable, seis veces al del VIH/sida y 89 veces al de los conflictos y el terrorismo.
Durante el primer año de la pandemia de COVID-19, la economía mundial se ralentizó. Sin embargo, la media anual de contaminación por partículas (PM2,5) en todo el mundo se mantuvo prácticamente sin cambios respecto a los niveles de 2019.
Cada vez hay más pruebas que demuestran que la contaminación del aire, incluso cuando se experimenta en niveles muy bajos, perjudica la salud humana. Esto ha llevado recientemente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a revisar su directriz (de 10 ug/m3 a 5 ug/m3) para lo que considera un nivel seguro de exposición a la contaminación por partículas, lo que sitúa a la mayor parte del mundo (el 97,3% de la población mundial) en la zona insegura.
«Sería una emergencia mundial si los marcianos vinieran a la Tierra y rociaran una sustancia que hiciera perder más de 2 años de esperanza de vida a la persona media del planeta. Es una situación similar a la que se da en muchas partes del mundo, salvo que somos nosotros los que rociamos la sustancia, no unos invasores del espacio exterior», ha reflexionado uno de los autores del trabajo, Michael Greenstone.
El informe celebra que las «fuertes medidas» contra la contaminación atmosférica en Estados Unidos y Europa han reducido «significativamente» la contaminación por partículas. Pero también advierte de que los nuevos datos sobre el efecto de incluso los niveles bajos de contaminación en la salud revelan que ahora Estados Unidos y casi todos los países Europa [el 92,8% (frente al 7,6%) y el 95,5% (frente al 47,2%), respectivamente] no cumplen las nuevas directrices de la OMS.
De hecho, estos investigadores apuntan que si la contaminación se ajustara a los parámetros la OMS, podrían ahorrarse 68 millones de años de vida en Estados Unidos y 527 millones en Europa. En concreto, los mayores beneficios se concentrarían en zonas como el condado californiano de Mariposa, amenazado por los históricos incendios forestales de los últimos años, y Europa del Este.
Montevideo Portal / de Europa Press