Sra. edila Nubia López
En este día tan especial 15 de octubre, Día Internacional de las Mujeres Rurales, es sin duda un día muy importante para toda la sociedad pues las mujeres rurales son aquellas personas que abnegadamente han estado, están y estarán silenciosamente en su noble tarea desempeñando un papel relevante en la economía rural.
Estas mujeres que desarrollan su vida en los ámbitos rurales tanto en nuestro país como en el resto del mundo están capacitadas para cumplir múltiples
roles desde administrar su hogar, su establecimiento, para legislar como lo vemos en esta Junta Departamental, mujeres que los días jueves hacen más de
100 kilómetros para llegar a las sesiones.
Están preparadas para ocupar altos cargos en todas las áreas de su zona, sin abandonar su función, su rol de esposa, de compañera, de madre, de hija,
de hermana, de amiga, de ser el pilar de su familia.
La mujer rural es un gran aliado que posee el campo en el Siglo 21.
Ella se encarga de continuar con las tradiciones, la riqueza que forma parte de nuestro patrimonio y de nuestra cultura. La que trasmite oralmente los
cuentos y leyendas de los pueblos, es una gran trabajadora en la formación del desarrollo agrícola ganadero, en la fabricación y conservación de alimentos, cosa muy importante pues la ayuda alejarse de la pobreza rural.
Y lo hacen sin descuidar las funciones vitales que poseen por naturaleza como esposa, cuidado de sus hijos, ancianos y enfermos. Gran número de estas
mujeres viven en situaciones de necesidades básicas insatisfechas; alejadas por grandes distancias de las ciudades y para llegar a una de ellas, deben recorrer
kilómetros y kilómetros a caballo, en carro, hasta tomar otra locomoción realizar el trámite que la lleva a la ciudad para luego volver de retorno a su hogar.
Sabemos también que las situaciones de las mujeres rurales en los últimos años Ha cambiado y ha pasado a ser un elemento imprescindible, donde
día a día demuestra ser una persona innovadora, creativa y con gran visión de futuro.
Son personas que desde la mañana a la noche realizan tareas que pasan de un modo invisible, pero por suerte la mujer del campo viene pisando fuerte. Comparte con su pareja la explotación de sus bienes y se preocupa por adquirir una formación agraria.
Hoy las mujeres rurales además de ocuparse de su negocio familiar se las ve integradas a actividades locales, comisiones de diversos géneros, promueven el turismo rural y cuidan el medio ambiente.
Queremos hacer llegar a todas esas mujeres un gran saludo y un abrazo deseando que la difícil realidad que muchas veces les toca enfrentar, encuentren pronto la necesaria solución
